El 60% de las 655 camas de CTI se encuentran libres, a la espera del pico de contagios. Foto: Presidencia. 

Anabella Aparicio / Darío Klein / Sudestada

Los pasillos están vacíos y hay escaso ruido. Algunos sectores están a media luz, puertas cerradas y sillas que suelen estar repletas de gente, ahora desocupadas. No se escuchan niños llorando ni llamados por altoparlante. Al entrar a las salas, las camas sin tender esperan la llegada de pacientes. Está todo pronto. Es como quien se sienta en la arena a esperar que crezca la ola del tsunami en el mar. Una tensa calma.

Así viven hoy los centros de salud la pandemia por Covid-19. Impactados ante lo que pasó en Italia o España, siguieron a rajatabla las directivas sanitarias desde el 13 de marzo y suspendieron todas las intervenciones quirúrgicas: solo se atienden urgencias, obstetricia y casos oncológicos. Las policlínicas funcionan en su mayoría por vía remota, otras se cancelaron y solo en casos muy necesarios se hace de forma presencial.

El aislamiento social hizo que bajara notoriamente la actividad y movilidad de las personas. Al no haber tanto tránsito, se detectó una caída histórica en la cantidad de politraumatizados por accidentes viales. Al no haber tanta gente trabajando, se minimizó la cifra de accidentes laborales. La gente no sale y no se enferma tanto, explicaron desde de los centros de salud de todo el país a Sudestada.

A modo de ejemplo, la Médica Uruguaya pasó de atender unas 350 consultas diarias promedio en puerta de emergencia a las 150 que recibe hoy, según datos brindados por la mutualista. Mientras tanto, los centros de salud del interior no han registrado politraumatizados graves en el último mes, según el presidente de la Federación de Prestadores Médicos del Interior (Fepremi), Carlos Cardoso.

Todo eso deriva en que las instalaciones de Cuidados Intensivos (CTI) estén relativamente tranquilas, a pesar de la llegada de los internados por el Covid-19.

“Al no haber operaciones, accidentes, y actividad en la calle, tenemos un 40% de camas ocupadas en Cuidados Intensivos, un 10% menos en comparación con otros años en marzo o abril”, indicó Luis Núñez, presidente de la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva (Sumi). Sin embargo, todos los centros de salud se preparan porque saben que cada año en mayo empieza a subir la cantidad de personas afectadas de gravedad por las distintas gripes, en particular la Influenza A-H1N1. A partir de entonces, los CTI suelen estar ocupados a un 70 u 80%.

Este año se suma la pandemia por Covid-19. La combinación de ambas patologías es el “tsunami” al que le temen. Por eso se mantienen camas vacías, esperando (que no llegue) lo peor.


Capacidad existente en CTI


El 68% de las camas de CTI están en Montevideo. En Flores no hay ninguna disponible. 

Uruguay cuenta hoy con al menos 655 camas de cuidados intensivos en todo el país, según un relevamiento realizado por Sudestada, en consulta con médicos, instituciones de salud privadas y ASSE. La cifra del relevamiento amplía la que había señalado el presidente Luis Lacalle Pou el pasado 8 de abril: 382 camas de CTI disponibles sobre un total de 622.

El repaso realizado, institución por institución, aporta otros datos. Hay 155 camas de CTI separadas, destinadas exclusivamente a pacientes con Covid-19, de las cuales 13 (el 8%), estaban ocupadas al momento de escribir esta nota. De esas camas específicas para pacientes con coronavirus, 141 cuentan con respirador. En total, el país cuenta con al menos 666 respiradores funcionando (ver gráfica).

Según estos datos, el sistema integrado de salud de Uruguay cuenta con casi 20 respiradores por cada 100 mil habitantes. Una cifra que lo ubica entre los tres primeros de Latinoamérica. Una fuente del Ministerio de Salud Pública dijo que pretenden “aumentar esa capacidad un 50%”. De hecho, las autoridades ya anunciaron la llegada -sin fecha estimada- de 100 respiradores más a los que, en caso de necesidad, se pueden sumar 150 carros de anestesia que se pueden usar como respiradores.

El 68% de las camas de CTI están en Montevideo, y el 75% en el sur del país. Flores es el único departamento que no cuenta con sala de CTI pública o privada (ver gráfica por departamento). Pero espera para mayo sumar cuatro plazas. Según el presidente de Sumi, eso se debe a la baja densidad de población y la cercanía con otras localidades más pobladas. De las 155 camas dedicadas únicamente al Covid-19, 35 están en el interior, todas del sistema mutual privado.

Pese a tener una sección específica para pacientes con el virus donde hay camas -con y sin respirador- varias instituciones, como el Casmu, el Hospital Evangélico y la Sociedad Médica Universal, casi no utilizan este sector de internación. Los infectados que lo necesitan van directo a CTI o, de lo contrario, son internados en domicilio.

Pero, con el invierno que asoma, los expertos en salud anticipan que las enfermedades respiratorias estacionales aumentarán y que eso demandará otras necesidades. El 40% de Cuidados Intensivos ahora ocupado con otras patologías puede trepar a un 60% y las camas libres para pacientes con Covid-19 puede reducirse al 40%. Es decir, si la enfermedad avanza y alcanza su pico en los meses fríos, habrá menos respiradores disponibles para entonces.

Ante esta eventualidad, las instituciones, públicas y privadas, ya tienen su “Plan B”, que consiste en ampliar su servicio de CTI, incorporando más respiradores. Según la normativa vigente, una cama es considerada de cuidados intensivos cuando tiene cierto equipamiento: el más importante es precisamente el respirador, según explicó Núñez. De esta manera, las instituciones consultadas por Sudestada tienen diferentes planes para reubicar y adaptar las camas.

En su conferencia de prensa del 8 de abril, el presidente Luis Lacalle Pou planteó que para colmar la capacidad de CTI existente, Uruguay debería padecer unos 8700 infectados. El cálculo se desprende de una fórmula internacional que plantea que el 5% de los infectados serían los más críticos, explicó Nuñez. El Centro Chino para el Control y Prevención de Enfermedades divulgó en febrero lo que se considera como el estudio más completo sobre Covid-19 publicado hasta el momento. En más de 70 mil casos analizados, se detectó que un 80% fueron leves, un 15% moderados y un 5% críticos.

Sin embargo, los especialistas consultados indicaron que ese porcentaje y la cifra a la que arribó el presidente, puede variar de país a país. En primer lugar, porque no se conoce la cifra real de infectados y podría haber un subdiagnóstico. En segundo lugar, porque también varía el clima las costumbres y culturas, la fisonomía y organismo de la población de cada país. En tercer lugar, por la anticipada disminución de camas disponibles durante el período invernal de enfermedades respiratorias.


El sistema de salud en Montevideo


El Hospital Español es el centro de referencia para el Covid19 en el país. Foto: Presidencia.

En Montevideo el sistema mutual privado tiene una capacidad de al menos 285 camas de CTI, distribuidas en 10 instituciones. El servicio público ASSE suma 140 camas más.

La Médica Uruguaya tiene dos pisos destinados a internación de cuidados intensivos. Para ello cuenta con 44 camas operativas, de las cuales 40 tienen ventiladores, según explicó Martín Rebella, coordinador del Plan de Contingencia para Covid-19 en la institución. El cuarto piso de una de sus torres, es donde 10 de esas camas están reservadas especialmente para pacientes con Covid-19. Esa capacidad puede extenderse a 22 en un escenario crítico.

A su vez, esa institución mutual está a la espera de que llegue la compra de respiradores del MSP, para poder llegar a las 50 camas ventiladas. “Sabemos que algún escenario de saturación vamos a tener por el invierno y tenemos pensado planes para todos los escenarios posibles”, indicó Rebella.

El Casmu realizó una inversión de 100 millones de pesos para enfrentar la crisis por el coronavirus, informó su presidente, Raúl Rodríguez. Ese dinero lo entregó, a pedido de la institución, la Junta Nacional de Salud por adelantado, por el pago de cápitas.

Actualmente, tiene 65 camas, todas con respiradores, de las cuales 12 están destinadas a casos de Covid-19 y otras 12 en reserva por si es necesario extender la capacidad a 24. Todas las “camas Covid” están selladas en un solo piso.

Pero también el Casmu se prepar para un escenario crítico, y es por eso que en los próximos días prevé habilitar un piso del Sanatorio Uno, que hoy está cerrado, donde planea tener 110 camas de Cuidados Intermedios para utilizar en caso de ser necesario.

El Hospital Británico, el primero en recibir casos de Covid-19, hoy tiene 12 camas de CTI en total, de las cuales cuatro están exclusivamente destinadas a pacientes afectados por el virus. En caso de una sobrecarga, la institución puede llegar a las 17 camas, todas ellas con respirador.

En la Asociación Española son 26 las camas de CTI general. Además, un sector del cuarto piso del edificio de Bulevar Artigas está destinado a pacientes Covid-19, con 20 camas en total, de las cuales 8 tienen respirador. Es decir que, en total, la institución tiene 34 ventiladores operativos, aunque tiene también planes para adquirir o poner más en funcionamiento, en caso de ser necesario.

El Sanatorio Americano tiene 14 camas de cuidados intensivos operativas (sin contar las de cardiología), de las cuales ocho están destinadas a posibles casos Covid-19 (4 para sospechosos y 4 para confirmados). Todas ellas con sus respectivos respiradores. En caso de necesidad, también esta institución tiene capacidad de mejorar esta capacidad.

Por otra parte, el Servicio Médico Integral (SMI) cuenta con 30 camas de CTI dispersas en distintas áreas del hospital. Todas ellas tienen ventilador. Aproximadamente la mitad está reservada únicamente para pacientes Covid-19.

En el Círculo Católico hay 37 camas disponibles, de las cuales 10 están previstas para pacientes Covid-19. Ocho de las 10 tienen respiradores. De todas formas, en un escenario de sobrecarga, la mutualista puede convertir y extender a 14 las plazas específicas para el virus disponibles con ventiladores.

Desde el Hospital Evangélico, informaron que hoy tienen 11 camas de CTI, una de ellas por lo general no se usa pero está disponible en casos de emergencia. A su vez, hay dos camas de aislamiento transformables en CTI, que aún no se convirtieron porque no han recibido casos, pero tienen el aislamiento necesario al lado de la sala de Intensivos.

Desde la Sociedad Médica Universal, el gerente general Alfredo Invernizzi dijo que hasta el momento no han tenido casos en CTI dentro de su institución, pero tienen previstas cinco camas en este sector para este tipo de pacientes, dentro de las 15 plazas con ventilador que poseen.

En Casa de Galicia, el director técnico Carlos Duarte se limitó a decir que tienen “todo absolutamente controlado” pero consideró que no era correcto brindar datos sobre la capacidad de camas en CTI que tiene la institución. De todas formas, datos recabados extraoficialmente por Sudestada, indican que son alrededor de 23 las plazas disponibles en este sector, de las cuales 11 están reservadas para pacientes con el virus.

En la órbita pública, la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) cuenta con 140 plazas de CTI en general y son al menos 38 las camas del área intensiva con respiradores, reservadas para pacientes con el virus: 27 de ellas en el Hospital Español, adaptado para que funcione como centro de referencia en la atención de pacientes con Covid-19. Mientras tanto, el Hospital Pasteur habilitó otras 11 plazas en una de las salas que permite el aislamiento necesario. Otros hospitales, como el Maciel, también se preparan y prevén alojar a pacientes de este tipo, aunque aún no se concretó el armado de estas áreas.

Si bien todas estas instituciones atienden en su mayoría a la población del Área Metropolitana de Montevideo, algunas reciben pacientes de otros puntos del país. A modo de ejemplo, el Sanatorio Americano tiene un convenio con la Federación de Prestadores Médicos del Interior (Fepremi), a través del cual reciben a sus pacientes en los distintos niveles de internación.

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La capacidad en el interior 


El Hospital Regional de Salto es uno de los centros públicos con camas disponibles. 

ASSE informó que no tiene previsto ningún espacio en el interior del país para casos de Covid-19 y, en primera instancia. piensa trasladar a los pacientes al Hospital Español de Montevideo. Las instituciones públicas tienen 59 camas de CTI general distribuídas en Salto, Paysandú, Rivera, Tacuarembó, Maldonado, Florida y Lavalleja.

Pese a ello, la complementación del servicio público con el privado es una tradición. El presidente de la Federación de Prestadores Médicos del Interior (Fepremi), Carlos Cardoso, dijo a Sudestada que en todos los departamentos -excepto Salto, Tacuarembó y Lavalleja- siempre tienen al menos una cama de CTI reservada para ASSE, a quien le venden ese servicio.

Fepremi nuclea a 35 sanatorios instalados en 18 departamentos. En 22 de ellos, hay 230 camas de CTI, todas con ventilador. Y si bien hasta el momento sólo Maldonado tuvo dos casos de Covid-19 en cuidados intensivos, actualmente tienen 35 camas reservadas para posibles futuros casos, con el aislamiento debido, que podrían extenderse a unas 45 más en caso de una situación crítica, explicó Cardoso. Actualmente, el 70% de estas camas están libres.

A su vez, Fepremi tiene la posibilidad de acceder a otras 24 camas (14 en Salto, 4 en Rivera y 6 en Maldonado), que son CTI privados a los que recurren cuando se supera la capacidad de una institución o para situaciones específicas tales como un Instituto de Medicina Altamente Especializada (Imae) Cardiológico o ciertas cirugías.