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15/05/2020

Españoles varados en Uruguay: “Queremos regresar a nuestras vidas”

Hay unas 200 personas que permanecen en el país por el coronavirus y que reclaman un vuelo humanitario para poder volver

Los españoles y uruguayos residentes en España se aglomeraron el jueves en las puertas del consulado. Foto: MGA.

María García Arenales / Sudestada / @MGArenales

Desesperados, cansados y cada vez con menos dinero en el bolsillo. Así es como están los cerca de 200 españoles y uruguayos residentes en España que permanecen varados en Uruguay desde hace dos meses.

A raíz del cierre de fronteras y la suspensión de sus vuelos por el Covid-19 se vieron obligados a quedarse en Montevideo y otros puntos del país y para muchos de ellos la situación comienza a ser insostenible.

Hay otras personas que pueden quedarse en casas de amigos o familiares, pero otros tienen que pagar alojamiento, bien sea alquilando un apartamento o en una pensión.

Los perfiles son también variados: desde personas mayores que necesitan medicación a jóvenes con hijos. Hay quienes vinieron a visitar a un familiar o simplemente a pasar sus vacaciones, mientras que otros cursaban estudios o realizaban algún proyecto de trabajo cuando el coronavirus los tomó por sorpresa. También hay quienes tienen mascotas y no pueden salir porque Uruguay les exige un papel especial del que carecen, y que en el mejor de los casos tardaría meses en llegar.

Este grupo de alrededor de 200 personas se está reuniendo dos veces por semana frente a la Embajada de España para hacer más visible su reclamo. Este jueves 14 fue el segundo día que lo hicieron y pudieron tener unas palabras tanto con el canciller del Consulado, José Antonio Navarro, como con el cónsul general de España en Uruguay, José Rodríguez Moyano.



“Pedimos que se flete un vuelo para que podamos regresar a España todos los españoles y uruguayos con residencia en España que nos hemos quedado aquí varados al no haber vuelos comerciales. Queremos ir a casa y exigimos nuestros derechos como también cumplimos con nuestras obligaciones”, explicó a Sudestada Pepa Gallego, una de las portavoces de este grupo.

Gallego asegura que al principio se sintieron muy abandonados por parte del Consulado de España en Montevideo, si bien en los últimos días la comunicación mejoró y desde la Embajada les aseguraron que están haciendo lo posible por ayudar, aunque admiten que la situación es compleja.

“Vamos a seguir luchando para que el Ministerio de Asuntos Exteriores en España facilite un vuelo desde Montevideo porque somos casi 200 personas y, mientras tanto, seguiremos reuniéndonos”, añadió Gallego, quien arribó a Uruguay junto a su esposo a finales de enero. A su marido le otorgaron una beca del Ministerio de Educación por tres meses en la Universidad de la República y, al haber terminado, ahora los gastos del alojamiento y del seguro médico corren por su cuenta y la situación empieza a pesar.


Situaciones difíciles


Entre los varados hay personas que necesitan atención sanitaria o medicamentos, por su edad o por alguna enfermedad. Foto: @Chardot

Sudestada habló el jueves con otros de los españoles y uruguayos residentes en España que están reclamando ese vuelo humanitario para regresar al país, uno de los más golpeados por el coronavirus en Europa junto a Italia, Francia y Reino Unido. En este caso se trata de personas que tienen problemas de salud y por lo tanto su situación se complica a medida que pasa el tiempo.

Rubén Inverso es uruguayo y vive desde hace 46 años en Manresa, Barcelona, junto a su esposa Raquel Bardavid, también uruguaya. Se marchó de Uruguay en plena dictadura, en 1974, y no quiso volver durante casi 20 años por los malos recuerdos que le quedaron de esa época oscura. Pero después, asegura, se le fue “aflojando el corazón” y volvió muchas veces de visita.

Esta última, sin embargo, ha sido mucho más amarga de lo que esperaba. Llegó a Montevideo junto a Raquel a finales de enero y, al tener problemas de salud, vino con medicación para dos meses. Pero después llegó la pandemia y con las restricciones todo se complicó.

Rubén, quien alquila durante este tiempo un apartamento, toma 11 remedios por día. Es diabético y está operado del corazón y la arteria carótida. Se afilió a ASSE para poder conseguir los medicamentos y eso le alivió bastante, reconoció, porque al principio tuvo que pagarlos y “son muy caros”. Ahora solo espera poder regresar pronto a España.

Viviana Dipolito es española, de padres uruguayos. Vino a Uruguay el 11 de marzo con la intención de pasar unos días en el campo y visitar a su abuela en Tacuarembó, a quien hace 17 años que no ve. Sin embargo, sus planes se vieron alterados de forma inesperada. Al llegar desde España, su familia acá sintió miedo de que pudiera estar infectada por el coronavirus, por lo que tuvo que quedarse en una pensión en Montevideo y ahí permanece desde entonces, compartiendo una habitación por la que paga 10.500 pesos al mes.

“Quería pasar unos días tranquilos y ver a mi abuela, que tiene 86 años, pero no pudo ser. Cuando llegué parecía que tenía la peste y terminé peleándome con toda la familia. Decidí entonces quedarme en Montevideo y aquí he estado hasta ahora”, relató.

Los ahorros han ido disminuyendo y Viviana ahora tampoco puede permitirse pagar los medicamentos que necesita. Toma un antidepresivo especial para pacientes con problemas arteriales y sin receta de un especialista no se lo venden, y aunque lo pudiera adquirir, asegura, ya no tiene dinero.

“Mi neurólogo me ha dicho que es una locura haber cortado así la medicación y tampoco han podido mandármelo desde allá porque tendría problemas con Aduanas. Ahora solo quiero volver a casa”, dijo con resignación Viviana, que es de Sedavi, un pueblo cercano a Valencia.

También tiene problemas con sus medicamentos el español Gustavo Mendívil, quien llegó a Uruguay el 22 de febrero para visitar a su pareja y debía haber regresado a España a mediados de abril. En su caso es diabético y aunque ha conseguido parte de la medicación, hay una insulina específica que no encuentra acá y, aunque tiene reservas, el 10 de junio se le termina.

El Consulado de España en Montevideo informó en su página web sobre un "eventual vuelo de regreso", que podría partir luego del 20 de mayo. Según el Consulado, el vuelo tendrá "un número limitado de plazas, cuyo precio se informará oportunamente". "En el caso muy probable de haber más interesados que plazas disponibles, se priorizará a personas sin ningún arraigo en Uruguay, atendiendo la edad, menores no acompañados y familias con menores", agrega el comunicado.


El avión que se fue sin ellos 

El colectivo se creó a raíz de que el canciller uruguayo Ernesto Talvi anunciara que el 11 de mayo llegaría a Montevideo un vuelo de Air Europa desde Madrid con repatriados uruguayos y que el avión volvería con 300 esquiladores de ovejas uruguayos para trabajar en España. En ese mismo vuelo junto a los esquiladores pudieron volar 20 españoles más a los que avisó la propia compañía aérea, si bien se desconocen los criterios utilizados para dar prioridad a esos pasajeros.


Poco después del encuentro de los españoles varados en Montevideo con las autoridades consulares, el canciller uruguayo informó a través de su cuenta de Twitter que el mismo jueves 14 había mantenido una conversación con su homóloga española Arancha González Laya.

Mientras la cancillería española no informó nada de manera oficial sobre la charla, Talvi escribió que le manifestó a González Laya que apoya “calurosamente la convocatoria de su Gobierno y la UE a una conferencia internacional de donantes para proteger y asistir a los migrantes y refugiados venezolanos en la pandemia”.

En un segundo tuit, Talvi añadió que “Venezuela es el segundo país del mundo con mayor población desplazada después de Siria”, pero no mencionó nada de la situación de los españoles y uruguayos residentes en España que buscan volver a su lugar de residencia.

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