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20/05/2015

Veinte años de silencio contra la impunidad

Se realizó este miércoles, como todos los 20 de mayo desde hace 20 años, la marcha del silencio por verdad y justicia para las víctimas del terrorismo de Estado.


Una vez más decenas de miles de uruguayos marcharon pacíficamente en varios puntos del país para reclamar que avancen las investigaciones sobre los crímenes del terrorismo de Estado, cometidos por civiles y militares, antes y durante la dictadura militar. En esta ocasión la convocatoria fue mucho mayor que los años anteriores y logró reunir a más de 12 cuadras de gente, desde la Plaza Cagancha hasta antes de la Universidad de la República. Según diferentes versiones participaron más de cien mil personas.

Esta fue la primera vez que la militante Luisa Cuesta no pudo participar de la movilización por motivos de salud pero hubo carteles con su fotografía y la leyenda "marchamos en tu nombre". Otra característica particular de la movilización fue la integración por primera vez del colectivo de familiares de asesinados durante la dictadura, que participaron llevando pancartas con las fotos de sus seres queridos.

El cantautor argentino León Gieco también se sumó a la movilización y pudo ser visto junto a los familiares a la cabeza de la marcha. También formaron parte de la multitud cuatro de los ex presos de la cárcel de Guantánamo que se encuentran refugiados en nuestro país. También estuvo presente el tupamaro Jorge Zabalza, quien se recupera de una intervención quirúrgica pero acompañó todo el recorrido de la movilización en una silla de ruedas.

Dirigentes políticos, integrantes del gobierno, dirigentes sindicales, militantes sociales, referentes de la cultura, integrantes del movimiento estudiantil y ciudadadanos en general respondieron masivamente a la convocatoria en reclamo del fin de la impunidad para los delitos del terrorismo de Estado.

Como todos los años, al paso de la marcha por la explanada de la Intendencia de Montevideo comenzaron a leerse los nombres de todos los detenidos desaparecidos hasta el final del recorrido hasta la Plaza Cagancha. Al llegar la cabecera de la marcha la multitud se unió en un extenso aplauso, que sólo se detuvo para cantar el himno nacional.

La previa

Varios hechos marcaron la previa de la marcha, como un acicate para los miles de personas que volvieron a concentrar en la Plaza de los Desaparecidos en Rivera y Jackson y marcharon luego hasta la Plaza Cagancha.

Por un lado, la internación de la incansable Luisa Cuesta, quien sufrió un accidente vascular el pasado miércoles 6 de mayo y permanece en observación en un hospital de Montevideo. Cuesta hace 39 años busca a su hijo Nebio Melo, desaparecido en Buenos Aires en 1976, y ha sido una de las referentes de la marcha que se realizó por primera vez en 1996.

El otro episodio que marcó la previa a la marcha fue el acto oficial del Día del Ejército, el lunes 18 de mayo, en el que hablaron el comandante en Jefe del Ejército Guido Manini Ríos y el ministro de Defensa Eleuterio Fernández Huidobro. Mientras Manini sostuvo que “nadie puede dudar de la total subordinación del Ejército al poder civil”, y reclamó por el “desprecio” que sufren los soldados por los “prejuicios del pasado”, el ministro Fernández fue más lejos y acusó al Frente Amplio y a organizaciones de la sociedad civil (entre ellas a los familiares de detenidos desaparecidos) de “estigmatizar” a los militares.

El martes 19 el presidente Tabaré Vázquez, que también participó del acto por el Día del Ejército, firmó el decreto formalizando la creación del Grupo de Trabajo que trabajará por “Verdad y Justicia” respecto a los crímenes cometidos contra las víctimas del terrorismo de Estado. Si bien ya se había anunciado la medida el 1 de marzo, la principal novedad vino por el lado del lapso que abarcará la investigación, ya que comienza cinco años antes del golpe de Estado del 27 de junio de 1973.

El decreto establece que el grupo tendrá como cometido “investigar los crímenes de lesa humanidad” en el marco de la “actuación ilegítima del Estado y el terrorismo de estado” durante el período comprendido entre el 13 de junio de 1968 y el 28 de febrero de 1985. El trabajo se realizará “sobre la base de las normas y estándares internacionales de Verdad, Justicia, Memoria y Garantías de no repetición”.



Si bien podría sostenerse que esta medida presidencial consolida una línea gubernamental favorable a la investigación de los crímenes del terrorismo de estado, las declaraciones realizadas por el ministro Huidobro volvieron a poner sobre la mesa la ambigüedad de la postura oficial. Es que el secretario de Estado volvió a cuestionar a quienes reclaman Verdad y Justicia en este tema, durante el acto oficial de lanzamiento de la nueva cédula de identidad electrónica, en la Dirección Nacional de Identificación Civil.

En declaraciones a la prensa, delante del presidente Vázquez y el gabinete ministerial en pleno, Huidobro atacó a “las minorías vociferantes” y los “enfermitos” que lo critican por no aportar información de los archivos militares y alardeó de su permanencia en el cargo a pesar de los cuestionamientos: “yo soy como una estaca, cuanto más me pegan más me entierro”. Consultado sobre estas declaraciones del ministro, el vicepresidente Raúl Sendic se mostró discrepante pero descartó que el presidente Vázquez vaya a removerlo. “Es una decisión del presidente pero no creo que lo vaya a hacer”, declaro Sendic.

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