Parte de los kits médicos recibidos por el Ministerio de Salud Pública en Uruguay por donación de la OPS. Foto: Presidencia. 

Los expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas exhortaron este lunes a los Estados a “evitar el incumplimiento de las medidas de seguridad en su respuesta al brote de coronavirus” y recordaron que los poderes de emergencia no deberían usarse para sofocar la disidencia.

“Si bien reconocemos la gravedad de la actual crisis de salud y que el derecho internacional permite el uso de poderes de emergencia en respuesta a amenazas significativas, recordamos urgentemente a los Estados que cualquier respuesta de emergencia al coronavirus debe ser proporcionada, necesaria y no discriminatoria”, dice la declaración.

Este llamamiento surge diez días después de que la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que encabeza la chilena Michelle Bachelet, se pronunciara a favor de colocar a los derechos humanos en el centro de la respuesta a la pandemia de coronavirus.

Bachelet había declarado que los “esfuerzos para combatir este virus no funcionarán a menos que lo abordemos de manera integral, lo que significa tener mucho cuidado para proteger a las personas más vulnerables y descuidadas de la sociedad, tanto médica como económicamente”.

“Los bloqueos, las cuarentenas y otras medidas similares para contener y combatir la propagación de Covid-19 siempre deben llevarse a cabo en estricta conformidad con las normas de derechos humanos y de una manera que sea necesaria y proporcional al riesgo evaluado, pero incluso cuando lo son, pueden tener serias repercusiones en la vida de las personas”, explicó Bachelet.

Las declaraciones de estados de emergencia, ya sea por razones de salud o seguridad, tienen una guía clara del derecho internacional, dijeron los expertos de la ONU en su declaración de este lunes. “El uso de los poderes de emergencia debe declararse públicamente y debe notificarse a los órganos de tratados pertinentes cuando los derechos fundamentales, incluidos el movimiento, la vida familiar y la reunión se ven significativamente limitados”, señala el documento.


La circulación sufre severas restricciones en China como parte de la política contra el Covid-19. Foto: ONU.

Según los expertos, “las declaraciones de emergencia basadas en el brote de Covid-19 no deben usarse como base para dirigirse a grupos particulares, minorías o individuos. No debe funcionar como una tapadera para la acción represiva con el pretexto de proteger la salud ni debe usarse para silenciar el trabajo de los defensores de los derechos humanos”.

La preocupación pone el foco especialmente en aquellos países donde existen enfrentamientos entre gobiernos y grupos disidentes, que ya enfrentan contextos de violaciones de derechos humanos. “Las restricciones tomadas para responder al virus deben estar motivadas por objetivos legítimos de salud pública y no deben usarse simplemente para sofocar la disidencia”, sostienen los miembros de la ONU.

En este sentido, los expertos aclararon que algunos Estados e instituciones de seguridad “pueden encontrar atractivo el uso de poderes de emergencia porque ofrece atajos”. “Para evitar que tales poderes excesivos se conecten a los sistemas legales y políticos, las restricciones deben adaptarse estrechamente y deben ser el medio menos intrusivo para proteger la salud pública”, agregaron.

Si bien en la mayoría de los países el virus todavía se encuentra en una etapa de propagación, el documento exhorta a que en aquellos países donde el virus está disminuyendo, “las autoridades deben tratar de devolver la vida a la normalidad y deben evitar el uso excesivo de poderes de emergencia para regular indefinidamente la vida cotidiana”.

“Alentamos a los Estados a mantenerse firmes en el mantenimiento de un enfoque basado en los derechos humanos para regular esta pandemia, a fin de facilitar el surgimiento de sociedades saludables con protección del estado de derecho y los derechos humanos”, dijeron los expertos de la ONU.