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25/03/2021

Con carteles antiaborto, Uruguay entra en una campaña religiosa internacional

En distintos puntos del país aparecieron afiches gigantes con imágenes de fetos y supuestos datos sobre el proceso gestacional. ¿De dónde salieron? ¿Quién los pagó?

La cartelería apareció en varios lugares de Montevideo y Canelones, como se difundió en redes sociales con el hashtag #formemosconciencia.

Sofía Pinto Román / Sudestada / @sofiapintoroman

El 25 de marzo es considerado por algunas personas como el Día del No Nacido. Por eso, el 24 aparecieron carteles en espacios publicitarios pagos con afirmaciones cuestionables sobre el desarrollo de los fetos. Hay registros fotográficos de algunos en Montevideo y al menos uno en Canelones.

En la página de Publicartel, empresa a la que pertenecen los espacios contratados, definen ese tipo de póster gigante como un "soporte de alto impacto ubicado estratégicamente en puntos de gran circulación dentro o fuera de las ciudades del interior del país con cobertura nacional".

Los carteles tienen la imagen de un feto y dicen: "7 semanas de vida, su corazón está latiendo"; "11 semanas de vida, ya tiene huellas digitales"; "8 semanas de vida, comienza a mover sus manos y pies".

Debajo, una página de Facebook e Instagram: Formemos ConCiencia. Una revisión rápida a estas plataformas arroja que fueron creadas el 16 de enero de 2021. Desde entonces se han compartido allí fotos y videos con supuestos relatos de mujeres que abortaron y tuvieron que enfrentar secuelas graves como alcoholismo, depresión, disolución de su pareja o una culpa tan profunda que les arruinó la vida. El discurso antiaborto que ganó fuerza en Argentina y se extendió por el continente.

En la página no hay información sobre ninguna organización, su descripción dice: "La verdad nos hará libres. Es fundamental saber el impacto que tienen nuestras decisiones. Formemos nuestras conciencias, descubramos la verdad". No tiene página web, ni teléfono, solo un correo electrónico.

El posteo fijado de Facebook le habla directamente a las mujeres que están transitando embarazos no deseados: "Ponete en contacto que nosotros podemos ayudarte".

Ese discurso de ayuda o apoyo a las mujeres que dudan sobre su embarazo, que en realidad esconde otros valores, se ha extendido en la región de la mano de organizaciones antiderecho fuertemente ligadas a la Iglesia Católica.


Campaña internacional

Formemos ConCiencia es una campaña de la organización sin fines de lucro La Merced Vida, de Argentina, expresan desde la ONG en Instagram.

El objetivo de La Merced Vida es "defender la Vida desde la concepción hasta la muerte natural". En su página web aseguran que "siguiendo fielmente el Magisterio de la Iglesia Católica asistimos a las madres embarazadas que por diferentes circunstancias tomaron la decisión de abortar a sus hijos, acompañándolas y apoyándolas en distintas situaciones de vulnerabilidad durante el embarazo y el primer año de vida de sus niños".

Según explican en su propia página de Instagram "para ser verdaderamente libres, tenemos que saber la verdad", un mensaje similar al de la página Formemos ConCiencia, e invitan a la gente a sumarse a esa campaña con los hashtag #SaberParaSerLibres, #FormemosConCiencia y #DíaDelNiñoPorNacer.


En la página de Instagram también compartieron las imágenes de los afiches originales en distintos formatos para las redes e instaron a la gente a replicarlas.

Además, en Formemos ConCiencia publicaron videos con testimonios que originalmente fueron colgados en el canal de Youtube de La Merced Vida hace ya tres años, pero les agregaron una marca de agua con el nombre de la campaña.

Esta organización argentina no trabaja sola. Desde las redes de la campaña Formemos ConCiencia aseguraron que algunas de sus organizaciones amigas son: Madrinas por la Vida, el Centro de Promoción de la Dignidad Humana (CEPRODIH) y Embarazada, podemos ayudarte.

Esta última organización tiene base en Paysandú y de las tres es la que ha replicado todo el material de Formemos ConCiencia. Además organizó su propio "Taller de Sanación de Heridas Postaborto" para quienes hayan abortado, hayan participado de un aborto o se hayan enterado de que lo quisieron abortar.

Ese grupo, a su vez, cuenta con el soporte de CEPRODIH. Aunque en declaraciones a la prensa hace unos años dijeron "somos un grupo de Paysandú que no pertenecemos a ningún partido político ni religión", en sus redes comparten de forma constante material sobre el catolicismo.


¿Quién paga?

Como los carteles se gestionan en el ámbito privado la información de quién los encargó no es de acceso público. Sin embargo, hay información que arroja luz sobre el asunto.

La Merced Vida está declarada como organización sin fines de lucro, pero muchas de sus actividades requieren dinero. En sus páginas web piden donaciones, pero lo cierto es que esta ONG pertenece a la Red Latinoamericana de Centros de Ayuda para la Mujer (CAM), que financia a quienes forman parte de la red para que lleven a cabo sus actividades.

CAM es una red de organizaciones católicas financiadas internacionalmente que captan mujeres para convencerlas de no abortar. La investigación de Betania Núñez y Mariana Cianelli publicada en 2018 en Brecha, A la sombra de Dios, deja en evidencia la presencia de este tipo de organizaciones en Uruguay que se caracterizan por tener un modus operandi: "el tono ambiguo de los mensajes y la estética de los carteles, la apelación a una situación desesperada, los anuncios en diferentes sitios y páginas web, la aplicación de un formulario, el video antiaborto, la manipulación psicológica, la promesa de ayuda económica, el silencio después".

Las promesas de ayuda y acompañamiento se transforman en coerción y manipulación para evitar los abortos, todo sostenido en fuertes prejuicios religiosos y financiado por entidades internacionales.

En 2020, openDemocracy publicó las investigaciones de mujeres de 18 países que se hicieron pasar por embarazadas y se acercaron a los espacios de CAM. Agostina Mileo, de Argentina, relató que le dijeron que fundaron la organización "al ver los devastadores efectos que los abortos surtían sobre la salud mental de las mujeres", le hablaron de estrés traumático postaborto, "un término que ha sido descartado por las academias de psiquiatría luego de numerosos estudios que mostraron su inexistencia".


Conexiones internacionales

En la nota mencionada las periodistas cuentan que las mujeres que las recibieron para "ayudarlas" nombraron otras dos instituciones: Madrinas por la Vida y CEPRODIH. Las mismas que mencionan en Formemos ConCiencia, es decir, en La Merced Vida.

La Merced Vida lleva adelante el Proyecto Esperanza, una iniciativa de retiros postaborto que definen como "un programa de acompañamiento para la sanación espiritual y emocional de mujeres y varones que sufren las secuelas posaborto. Somos una red de acompañantes que se preocupa por las otras víctimas del aborto" en el que se propone a las mujeres "encontrarse espiritualmente con su hijo" para sanar.

Por la nota de Núñez y Cianelli sabemos que los representantes de CAM en Uruguay, Gabriela López Ferrari y su esposo Víctor Hugo Guerrero, también son parte del Proyecto Esperanza "encomendados por el Consejo Episcopal Latinoamericano y la Iglesia Católica uruguaya, desde sus cargos en la Pastoral Familiar y la Vida".

López es, además, parte de Madrinas por la Vida, otra de las organizaciones mencionadas anteriormente. Guerrero también tiene conexión con otros espacios; el teléfono de su empresa de seguros es el mismo que figura como contacto de Asociación Esperanza Uruguay, representante de otra gran organización antiaborto a nivel mundial, Vida Humana Internacional.

Las conexiones entre las organizaciones vinculadas con CAM son evidentes. La campaña de vía pública que apareció en distintos puntos de Uruguay fue llevada a cabo por La Merced Vida (Argentina) y replicada por Embarazada, podemos ayudarte (Uruguay).

El mensaje de "acompañamiento" y "ayuda" en las redes de la campaña, llamada Formemos ConCiencia, replica los mecanismos de CAM.

López y Guerrero, de CAM y de Asociación Esperanza Uruguay (integrante de Vida Humana Internacional), llevan adelante el Proyecto Esperanza de retiros posaborto junto con La Merced Vida.


Legalidad y violencia simbólica


El aborto es un derecho consagrado desde el 22 de octubre de 2012. Foto Sudestada. 

El Estado uruguayo es laico y, en consecuencia, se debe solicitar autorización a la junta departamental para colocar "monumentos religiosos". Pero estos carteles no se catalogan como tales, sino que se tratan como publicidad.

En Montevideo su exhibición está amparada en el digesto, artículo D. 2398: "Se autoriza la propaganda política, sindical, cultural, religiosa y similares, por medio de anuncios en pantallas, parihuelas o angarillas, banderas y telas y la distribución de volantes y hojas sueltas en la vía pública, con el correspondiente “pie de imprenta” y leyenda que establezca que no se debe arrojar en la vía pública sino depositarlo en papeleras".

Mientras tanto, la ley N° 19.580 vigente desde 2018, define la violencia simbólica y mediática contra las mujeres, y en Uruguay la interrupción voluntaria del embarazo es un derecho consagrado.

La norma introdujo el concepto violencia mediática, que refiere a “toda publicación o difusión de mensajes e imágenes a través de cualquier medio masivo de comunicación, que de manera directa o indirecta promueva la explotación de las mujeres o sus imágenes, injurie, difame, discrimine, deshonre, humille o atente contra la dignidad de las mujeres, legitime la desigualdad de trato o construya patrones socioculturales reproductores de la desigualdad o generadores de violencia contra las mujeres”. Esta definición establece límites para los mensajes, incluso para los considerados publicitarios.

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