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18/04/2019

La CIA investigó a varias organizaciones de DDHH en plena democracia

 Nuevos documentos desclasificados confirman que la Inteligencia de EEUU espió, a fondo, las actividades del Servicio Paz y Justicia y a Familiares de Detenidos Desaparecidos, entre otros

Un nuevo documento desclasificado de Estados Unidos, fechado el 16 de abril de 1985, identifica a los principales grupos de izquierda orientados a aclarar violaciones a los derechos humanos durante la dictadura cívico-militar.

Para la Agencia Central de Inteligencia (CIA) el principal grupo que trabajaba en ese momento en Uruguay era el Servicio Paz y Justicia (SERPAJ) “formado por religiosos radicales y algunos miembros tupamaros” del Movimiento de Liberación Nacional (MLN), de acuerdo a un documento que fue divulgado por Informe Nacional de Radio Uruguay.

El grupo Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, el grupo de Madres del Proceso para la Justicia Militar, los abogados de Amnistía Internacional y el Comisionado para los Derechos Humanos también estuvieron en la mira de los agentes de la CIA, señala el documento que se basó en informes elaborados por la Polícía de Montevideo, a pedido del Carlos Manini Ríos, el entonces ministro del Interior del primer gobierno colorado de Julio María Sanguinetti.

Estos grupos están dedicados a exponer los crímenes contra los derechos humanos cometidos durante la dictadura militar y de llevar a los culpables a la Justicia, subraya el documento.

El informe destaca que los miembros de estas organizaciones civiles provienen básicamente de los grupos políticos más radicales de izquierda como los tupamaros, el Partido por la Victoria del Pueblo y el Partido Comunista. Además, afirma que estas organizaciones de defensa de los derechos humanos tienen un perfil de izquierda y una relación cercana con sus contrapartes de Argentina.
 


La reciente entrega de archivos desclasificados sobre la última dictadura militar en Argentina revela que Buenos Aires funcionó como sede regional del Plan Cóndor, un sistema de coordinación de los gobiernos represivos de la región,  organizado desde EEUU, y caracterizado por el asesinato y las desapariciones forzadas de los opositores políticos.

Desde las oficinas de Inteligencia de EEUU se asegura que nunca se había entregado un volumen de archivos tan grande a otro país. Se trata de 49 mil páginas, en unos 6 mil documentos, que permiten conocer nuevos detalles, o confirmar datos ya conocidos, sobre el accionar del terrorismo de Estado implementado en los países de América del Sur.

La divulgación de estos documentos deja en evidencia el trabajo de espionaje y el accionar de las dictaduras de Chile, Paraguay, Bolivia, Brasil, Uruguay y Argentina, donde funcionaba una central administrativa que organizaba los crímenes de lesa humanidad.

En esos miles de documentos el gobierno de EEUU se refiere al Plan Cóndor como “Operación Teseo”, aunque también la nombra como “Cóndor 1” cuando menciona a Buenos Aires. Fue en esa ciudad donde los delegados de las dictaduras militares se reunían para coordinar las tareas operativas de los grupos que, entre otras cosas, definían secuestros, asesinatos y robos en viviendas particulares.

El Plan Cóndor en Europa

Otro de los documentos desclasificados, fechado el 13 de agosto de 1973, destaca que Uruguay, Argentina y Chile —los países de Sudamérica que habían acordado lanzar una operación de “contraterrorismo” en Europa— decidieron suspender el comienzo del Plan Condor hasta que Brasil decidiera su participación activa.
 


La dictadura militar de Brasil acordó participar en los aspectos de coordinación de inteligencia del Plan Cóndor en Sudamérica, pero no en las actividades conjuntas que estaban previstas para Europa.

Los otros países de la región que formaban el Plan Condor “aparentemente” no descartaron seguir adelante con la operación París sin los brasileros, según el documento desclasificado.
 

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