Víctor L. Bacchetta

En un hecho sin precedentes en la administración pública uruguaya, 70 mujeres profesionales de la Cancillería presentaron una carta a las autoridades del ministerio describiendo situaciones de discriminación del personal femenino, que incluyen muchos ejemplos de acoso laboral, sexual y moral en esa dependencia estatal. Además, presentan varias medidas para superarlas. Sorprendentemente, o no tanto, la situación se arrastra desde hace años sin respuestas acordes de las autoridades.

Las firmantes de la carta integran la Asociación de Funcionarios del Servicio Exterior del Uruguay (AFUSEU) que nuclea más del 97% de los funcionarios de carrera de la Cancillería. La AFUSEU señala que sus miembros ingresan al ministerio por concurso de oposición y méritos, no son designados por partidos políticos y ascienden de la misma manera. Este hecho puede explicar que hayan firmado con nombre y apellido, algo difícil que ocurra en otros organismos.

La existencia de esa carta, a la cual accedió Sudestada, tomó estado público a mediados de este año en medio de las respuestas de la ex vicecanciller Carolina Ache Batlle sobre los motivos de su renuncia al cargo, el 19 de diciembre de 2022, a raíz del escándalo político generado por la entrega de un pasaporte al narcotraficante uruguayo Sebastián Marset.

Al explicar su conducta, Ache mencionó la carta como uno de los factores que deterioró definitivamente su relación con el ex canciller Francisco Bustillo, quien debió renunciar luego que apareciera su voz en varios audios cuyo contenido ahora investiga la Justicia penal.


Foto: Federico Gutiérrez / FocoUy

La ex vicecanciller relató que había recibido la carta el 8 de marzo de 2021, siendo presidenta de la Comisión de Género creada durante la gestión del ex ministro Ernesto Talvi. Esa comisión consideró que la carta ameritaba realizar una investigación administrativa y así se lo planteó Ache al canciller, que es quien debe decidir el procedimiento. Sin embargo, Bustillo nunca le respondió, ni ordenó la investigación y la separó de todos los temas de género en la Cancillería.

“La Cancillería es muy discreta –explicó Ache-, no es normal que estén firmando con nombre y apellido ese tipo de cosas”. Y agregó: “No estaban denunciando a nadie, estaban contando determinadas experiencias que ameritaban una investigación”. A pesar de haber tomado estado público con las declaraciones de la ex vicecanciller, ninguna autoridad institucional, política o social, ni los medios de comunicación, le dieron al reclamo la relevancia que tiene.


Foto: Dante Fernández / FocoUy

Desde 2016 un grupo de AFUSEU que se reúne para compartir sus experiencias sobre igualdad de género en la carrera diplomática llegó a la conclusión de que es “una realidad que requiere una acción urgente” (sic). Tras señalar que hace años que vienen planteando a la Administración sus preocupaciones y acompañan los pasos positivos dados en ese sentido, constatan que subsisten vulneraciones de derechos donde, de forma significativa, las afectadas son mujeres.

“Comprender que estas situaciones siguen ocurriendo debe servir como un disparador para desterrar conductas que, sobre la base de la discriminación ejercida por quien está en una situación de autoridad, producen daños de entidad a quien las padece y refuerza una cultura que valida estos comportamientos”, afirman las funcionarias. Tras reiterar que su acción es propositiva, las firmantes de la carta presentaron una serie de medidas a tomar.

La carta propone actualizar el protocolo de prevención y actuación frente a casos de acoso sexual, laboral y moral en el trabajo; profundizar el resguardo de las víctimas al realizar las denuncias; capacitar en esas áreas a los jefes y subjefes de misión, junto con las cátedras universitarias de Derecho Laboral; designar un/a veedor/a interna para canalizar este tipo de situaciones y definir protocolos que den garantías de equidad a hombres y mujeres en su carrera funcional.

Finalmente, como anexos, sin mencionar nombres, ni fechas ni lugares, las más de 70 firmantes presentaron varios ejemplos de situaciones experimentadas en el servicio exterior en materia de discriminación por maternidad, situaciones de violencia y acoso verbal, situaciones de acoso sexual y de doble rasero para medir las capacidades entre funcionarios hombres y mujeres de la Cancillería.

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