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31/10/2019

La Justicia investiga si red de trata en Pando está implicada en desaparición de Milagros Cuello

Organizaciones sociales sospechan que muchas desapariciones de mujeres están relacionadas con la trata de personas y explotación sexual. Hay tres procesados

Fotos familiares de Yanina Milagros Cuello.

María García Arenales / Sudestada / @MGArenales

Yanina Milagros -Mili- Cuello tenía 16 años cuando desapareció en diciembre de 2016 en Pando. Había salido con sus amigas y cuando ya estaba en casa recibió una llamada. Era de noche y preguntó a su padre si podía salir unos minutos a la plaza, que no quedaba muy lejos, pero nunca regresó. Desde entonces nadie volvió a ver a Mili.

Cuando están cerca de cumplirse tres años de la desaparición de la joven, el martes llegaron los primeros avances en el caso con la detención de cuatro personas, entre ellas la hermana de la propia Mili, según informó Telemundo y pudo confirmar Sudestada. Además, hasta el momento han declarado 18 de personas.

La fiscal de Pando encargada del caso, Alicia Ghione, explicó que las detenciones se produjeron por la sospecha de que “puedan ser parte de la explotación sexual de la adolescente”. El miércoles 30 la hermana de Mili quedó en libertad.

“De momento se investiga una posible explotación (sexual), después veremos”, indicó a Sudestada la fiscal, quien pidió el procesamiento de los tres hombres detenidos por los delitos de retribución y contribución a la explotación sexual de personas menores de edad. Aclaró, además, que los enjuiciados no están relacionados entre sí.

Uno de los detenidos es el dueño de una cantina en Barros Blancos que “habría funcionado como whiskería y que permitía el ingreso de menores de edad”, señaló Ghione. Allí fue vista Mili un par de veces antes de desaparecer y la Justicia investiga ahora si este hombre está involucrado en la explotación sexual de la joven.

En el pedido de procesamiento de la fiscal consta que la mencionada cantina es en realidad un lugar “donde se expedían bebidas alcohólicas, y donde concurrían hombres y mujeres mayores y menores de edad, además de trabajadoras sexuales”. Añade que ante los indicios de posible trata de personas, es necesario investigar con mayor profundidad.

Respecto a los otros dos hombres detenidos, la fiscal agrega en su escrito que la joven desaparecida habría mantenido algún tipo de relación sexual con ellos a cambio de dinero.

De hecho, la existencia de una posible red de trata en esa zona es algo que vienen denunciando desde hace tiempo colectivos como el Encuentro de Feministas Diversas (EFD), la organización “¿Dónde están nuestras gurisas?” o la ONG El Paso, pues sospechan que las desapariciones de muchas mujeres en Uruguay, sobre todo de las jóvenes que proceden de entornos socioeconómicos vulnerables, puedan estar relacionadas con la trata de personas y explotación sexual.

“Ya hemos conocido varios casos de explotación sexual en la zona de Pando y Barros Blancos, al igual que en otros lugares del país. Nos preguntamos si Mili estará en una red de trata, si estará siendo explotada sexualmente fuera de Uruguay, si fue secuestrada o engañada”, señaló a Sudestada la activista Andrea Tuana, directora de El Paso, quien se mostró preocupada por la seguridad de la familia de la joven.

Tuana saludó que la justicia haya avanzado en la causa, pues puede ser “la puerta de inicio para poder encontrar a Mili”.

Las detenciones de los tres hombres se produjeron después de que la madre de Mili, Nancy Baladán, realizara dos denuncias ante la Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH). Baladán también celebró los avances que se han producido en el caso esta semana, pero sigue sin saber nada de su hija.

“Aún no me han dicho nada de mi hija y yo quiero saber dónde está Mili”, insistió.

Las whiskerías de Pando

A quienes viven en Pando y Barros Blancos no les sorprende que haya una cantina funcionando como whiskería ni que se denuncien toda clase de abusos. De hecho, este tipo de locales son habituales y encajan, como si se tratara de la pieza de un rompecabezas, con el “ambiente machista” que reina en la zona.

Así lo explica Paula, integrante de la colectiva feminista Aquelarre: “En realidad entre Pando y Barros Blancos funcionan varios de estos lugares, que se escudan en cantinas pero terminan funcionando como centros de explotación sexual con menores y sin ningún tipo de regulación. Hay un montón de esos sitios, es vox pópuli y pasa de todo ahí”, sostuvo.

Paula describe la zona como “un gran putero” donde los fines de semana se llena de autos con hombres que buscan sexo. “A muchas de mis amigas cuando estaban simplemente paseando por la calle las han perseguido como si fueran carne a la venta. Pando es muy machista y recién ahora empieza a haber algo de conciencia, pero es difícil quebrar ese ambiente que se respira”, añade indignada.

La ciudad de Pando ha sido durante decenios un lugar al que acuden adolescentes y hombres jóvenes para tener su primera experiencia sexual, y luego vuelven ante la pasividad social y de las autoridades.



El caso de Mili no es ni mucho menos el único en Uruguay. Según datos del Ministerio del Interior, desde 1993 y hasta la fecha hay 69 mujeres desaparecidas en el país. Doce de ellas desaparecieron a lo largo de este año y, de ellas, ocho son a su vez menores de edad, de acuerdo a esos datos oficiales publicados en la web del ministerio.

En una investigación publicada por Sudestada el pasado mes de marzo, desde la propia sección Registro y Búsqueda de Personas Ausentes, que se encuentra dentro de la División de Crimen Organizado, admitían que Uruguay cuenta con pocos recursos y que las denuncias por desapariciones aumentaron significativamente en los últimos años.

En el caso de tener información sobre personas desaparecidas en democracia puede llamar al teléfono 152 4639 o enviar un mail a personasausentes@minterior.gub.uy

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