La escasa diferencia de votos entre el candidato opositor Luis Lacalle Pou y el oficialista Daniel Martínez impidió que la Corte Electoral proclamara este domingo al ganador de la elección presidencial, aunque los datos divulgados por el organismo hacían dificil revertir la tendencia que favorece a la denominada "coalición multicolor" que integra el Partido Nacional junto al Partido Colorado, Partido Independiente, Cabildo Abierto y Partido de la Gente. 

Con todos los circuitos escrutados, pero sin contabilizar los votos observados, la fórmula integrada por Luis Lacalle Pou y Beatriz Argimón obtenía 1.168.019 votos, mientras que la de Daniel Martínez y Graciela Villar alcanzaba los 1.139.353.

Como esta ventaja de 28.796 sufragios es menor a los 35.229 votos observados, será necesario esperar al escrutinio departamental que comenzará el próximo martes a las 9 de la mañana y que podría terminar entre jueves y viernes, dijo el presidente de la Corte Electoral, José Arocena. 

La sorpresa causada por el imprevisto resultado, cuando se esperaba una cómoda ventaja para la oposición en función de las encuestas previas, obligó a cambiar los libretos preestablecidos. Los festejos en la sede de la fórmula Lacalle Pou-Argimón se tuvieron que postergar a la espera de los resultados oficiales. Las caras largas en el comando del binomio Martínez-Villar fueron dando paso a sonrisas esperanzadas a medida que algunas proyecciones llegaron a darle una ventaja. 


Discursos sin ganador ni perdedor

Con este panorama, pocos minutos antes de la medianoche fue Martínez el primero que dio un discurso en la esquina de 18 de Julio y Aquiles Lanza, a pocos metros de la sede de su comando, en el hotel Crystal Tower. 

"Ninguno de los presidentes que gane llegará al 50%", dijo Martínez, por lo que se mostró partidario de "llegar a los acuerdos para gobernar para la gente". Sin embargo, volvió a criticar a la coalición "multicolor" y cuestionó: "quedó demostrado que no alcanzaban los acuerdos entre cuatro paredes. El pueblo uruguayo es inteligente. decide con su corazón y con su cabeza".

Mientras los militantes que asistían al acto gritaban "¡Milicos nunca más!" en clara alusión a los episodios de los últimos días  que involucraron a militares (especialmente a Guido Manini Ríos), el candidato oficialista dijo que el país se enfrenta a "una situación inédita" por lo que sería necesario esperar el conteo final de los votos.

"Intentaron enterrarnos. No sabían que somos semillas", dijo eufórico, parafraseando un mensaje que, según dijo, le habían enviado pocos minutos antes del acto. "A festejar esto que ha sido una gesta increíble. A volver a nuestra casa con el corazón lleno de gozo, evitando provocaciones. Somos defensores de la paz. Sigamos con la mano tendida, somos un solo pueblo uruguayo, a no dejar que nos dividan", exclamó.

Algunos minutos más tarde, el candidato opositor salió a la calle en las afueras de su comando de campaña, en la calle Bulevar Artigas, rodeado de todos los líderes de los partidos que apoyaron su candidatura en el segundo turno.

"Tenemos la convicción material de que el 1 de marzo asume una coalición multicolor. Lamentablemente el candidato del gobierno no nos ha llamado y no ha reconocido el resultado que para nosotros es irreversible", indicó Lacalle Pou, cuestionando el discurso de Martínez. Sin embargo, contrapuso esta actitud al gesto del presidente Tabaré Vázquez, a quien le agradeció un saludo telefónico.

"Teníamos la ansiedad de entrar a la Torre Ejecutiva mañana", admitió el postulante blanco, por lo que lamentó tener que "vivir una semana inédita" antes de que la Corte Electoral confirme el resultado.

Antes de finalizar su discurso, Lacalle Pou agradeció a su esposa, sus hijos, sus hermanos, su madre y dedicó una frase a su padre, el expresidente Luis Alberto Lacalle. "Las nubes pasan y el azul queda, siempre", expresó, visiblemente emocionado.