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15/02/2017

Caso Lava Jato desembarcó en Uruguay en una tabla de stand up paddle

Señalado como “doleiro” en el caso Petrobras, Vinicius Claret Vieira Barreto vive en Uruguay con una fachada comercial. Es socio del abogado Oscar Algorta en una offshore panameña
Fabián Werner / Sudestada / @fwernerv

La investigación judicial sobre el envío del dinero sucio cobrado por el exgobernador de Rio de Janeiro, Sergio Cabral, actualmente preso en la cárcel de Bangú, se complica cada vez más. Los pasos de los “doleiros” (cambistas que se encargaban de lavar el dinero generado por las coimas de la petrolera) pueden seguirse hasta dos sedes locales: Montevideo y Punta del Este.

Es que uno de los protagonistas de esta historia de corrupción multinacional está radicado hace años en Uruguay, con residencia, cédula uruguaya y un negocio de fachada dedicado a la venta de tablas de “stand up paddle”, pero con fuertes actividades financieras.

Se trata del desconocido empresario Vinicius Claret Vieira Barreto, a quien la Justicia investiga en Brasil y en Uruguay por su papel como “doleiro” del dinero de Cabral. Pero según pudo confirmar Sudestada, Vieira Barreto, conocido en el esquema de blanqueo por el seudónimo de “Juca Bala”, tiene además fuertes vínculos con otro de los indagados en la causa: el abogado uruguayo Oscar Enrique Algorta Rachetti.

Vinicius, el financista


La trama de vinculaciones entre todos los actores es compleja y es fácil perderse en la maraña. Todo comenzó en Rio de Janeiro en 2007, cuando Sergio Cabral, un diputado estadual del Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB) fue electo gobernador del Estado. Hasta ese momento mantenía un “modesto” esquema de lavado que le permitía mantener un pequeño sistema de blanqueo llevado adelante por los hermanos Renato y Marcelo Hasson Chebar.

Estos dos cambistas de exiguo porte admitieron sus limitaciones ante Cabral, aturdidos por el aumento del dinero mal habido, y le dijeron que necesitaban recurrir a un tercero que pudiera ocultar el origen oscuro de los millones de dólares que llegaban a sus manos. Así fue que se contactaron con Vinicius Claret Vieira Barreto, con quien acordaron un sistema de lavado que permitió blanquear a través de la plaza financiera uruguaya más de 100 millones de dólares.

Las maniobras, según las copias de la declaración a las que accedió Sudestada, se realizaban a través de The Winterbotham Trust, una entidad financiera que tiene su casa central en las Bahamas pero mantiene una sucursal en Parque Miramar, a pocos kilómetros del aeropuerto de Carrasco. Si bien los declarantes definieron a Winterbotham como un "banco", la institución no tiene autorización para funcionar como tal, lo cual implicaría que alguien miente: o los hermanos Hasson Chebar le atribuyen una actividad que no realiza, o Winterbotham está violando la ley que regula el sistema financiero uruguayo. 

Vieira Barreto lleva una vida bastante agitada con su negocio de venta de insumos para el “stand up paddle”, un deporte náutico que consiste en remar de pie sobre una tabla bastante similar a las de surf tradicional. Su negocio llamado Paddle Boards Uruguay SRL funcionó hasta hace algunos meses en el World Trade Center de Montevideo, en Luis Alberto de Herrera 1248 oficina 364. Su socia es Katia Cristina de Souza Rodríguez, propietaria del 20 por ciento de esta empresa fundada el 31 de mayo de 2012.

Este brasileño, que tiene residencia en Uruguay, y ya tiene una cédula de identidad uruguaya, abrió una sucursal de su emprendimiento comercial deportivo en Punta del Este, donde se deja fotografiar sobre su tabla para publicaciones náuticas de diferentes procedencias. En ellas también suele escribir para estimular a los nuevos aficionados al "stand up paddle", tratando de venderles sus productos.

“Si aún quedan dudas de que el deporte es solamente practicable en el verano, estás engañado. Varios deportistas usan sus tablas en lugares remotos y helados, usando sus trajes secos o de neopreno”
, escribió Vinicius Claret en el portal de la empresa Nautitech Perú.

Pero la oficina ubicada en el WTC ya no tiene actividades náuticas, aunque sí alberga transacciones financieras, porque allí funciona la financiera Sterci SA, en la que Vieira Barreto (o “Juca Bala” como lo conocían sus “parceiros” cariocas) aparece como presidente a partir de su ingreso en el año 2006. Este dato todavía no está en conocimiento de la Justicia brasileña, por lo que seguramente la situación procesal del "doleiro" se complique un poco más. 

El abogado uruguayo y la off shore panameña



La confesión de los hermanos Renato y Marcelo Hasson Chebar, que hoy son colaboradores de la investigación Lava Jato, también permitió vincular a Vinicius Claret Vieira Barreto con el abogado uruguayo Oscar Enrique Algorta Rachetti, dueño del estudio Algorta y Asociados.

Este dato se vuelve relevante porque Algorta estuvo vinculado a la operación Lava Jato desde sus inicios, cuando su nombre apareció junto a uno de los primeros funcionarios de Petrobras indagado y apresado: el ex gerente Néstor Cuñat Cerveró. Algorta aparecía como presidente de la sociedad anónima Jolmey, un holding que intermedió en la compraventa de un departamento de Cerveró en Rio de Janeiro.

Jolmey fue fundada el 12 de abril de 2007 por el estudio de Fernando Juan Castagno Schickendantz y traspasada a Algorta el 5 de agosto de 2008. Este dato no es menor, si se tiene en cuenta que Algorta adquirió una empresa creada por otros para llevar adelante negocios que hoy se investigan en la Justicia de ambos países. 

La gestión de Algorta en beneficio de Cerveró determinó que en febrero de 2015 la Justicia brasileña lo acusara formalmente por asociación para delinquir y lavado de dinero junto a su socio y el abogado Fernando Soares Baiano. "Quedó demostrado que Néstor Cerveró, con el auxilio de Oscar Algorta, por medio de una interpósita persona (persona jurídica offshore) compró, ocultó y disimuló la propiedad del bien inmueble ya descrito encima, el cual fue comprado con valores provenientes directamente de la infracción penal, conforme está minuciosamente descrito en esta denuncia", dice la acusación a la que tuvo acceso Sudestada


 

En diciembre de 2016 la situación de Algorta se complicó todavía más en la Justicia de Brasil. Es que los hermanos Hasson Chebar lo involucraron directamente en el manejo de una cuenta en el banco Pictet de Suiza, a través de su secretaria María Esther Campa. 

En su declaración, los delatores dijeron que la mujer era quien tenía acceso a los fondos y que el abogado uruguayo también prestaba a Cabral el servicio de "compra de un inmueble ya vendido y la apertura y cierre de empresas en aquel país", es decir Uruguay. 







Pero además del testimonio de los hermanos Hasson Chebar hay cosas más tangibles que unen a Algorta Rachetti con Vieira Barreto. Desde el 31 de marzo de 2008 el próspero abogado y el deportista de las finanzas comparten el directorio de la empresa panameña Sabra Holdings Corp, una off shore en la que el primero oficia como secretario y el segundo como presidente. El tesorero de la sociedad es José Miguel Algorta Garicoits, hijo del abogado y empleado de su estudio jurídico.

Según la documentación a la que accedió Sudestada, Sabra Holdings Corp tiene su sede en Montevideo, en la calle Ituzaingó 1393 oficina 401, sede del estudio de Algorta, al igual que la ya célebre Jolmey vinculada al reo Néstor Cuñat Cerveró.




 
Según supo Sudestada, la vinculación de Vieira Barreto y Algorta Rachetti es objeto de profundos análisis en la Justicia brasileña, que está a punto de solicitar la colaboración de su par uruguaya a fin de profundizar la investigación en ambos países. Y la aparición de estos nuevos eslabones de la cadena de corrupción (la financiera uruguaya y la off shore panameña) pueden dar un nuevo impulso a la cooperación entre Brasil y Uruguay.

Ahora, sin embargo, existe incertidumbre sobre el futuro de la causa en Uruguay, ya que la misma estaba a cargo de la fiscal María Camiño, quien sorpresivamente anunció su renuncia al cargo y el pedido de traslado por motivos de salud. Ahora el Fiscal de Corte Jorge Díaz deberá resolver si designa a un nuevo fiscal en ese puesto para que se haga cargo del caso u opta por pasar el expediente al otro fiscal del Crimen Organizado, Carlos Negro.
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