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14/09/2015

Amodio involucrado en asesinato de Ariosa

Expediente judicial confirma que el ahora procesado se hacía llamar “Sargento G” y participaba de detenciones e interrogatorios bajo tortura. Marcó al “pajarito” y lo mataron.
La jueza Julia Staricco sostiene en su fallo que “se ha reunido la semiplena prueba para entender que el indagado Héctor Amodio Pérez participó en diversas detenciones de civiles, los cuales eran llevados al Batallón Florida, siendo sometidos a interrogatorios con la finalidad de obtener información, lo que implicaba apremios físicos, como submarino seco o el tacho, la picana, plantones. Incluso hasta llegar a la muerte como fue el caso de Eduardo Ariosa, alias “el pajarito”, a quien presuntamente los militares le dieron muerte cuando lo iban a detener”.

La magistrada aclaró que “a esta conclusión no se llegó solo con la declaración de aquellos compañeros del MLN que tuvieran cierto ánimo de venganza, como argumenta la defensa, sino también por los militares que declararon”, así como “otros que no eran” tupamaros.

Las detenciones efectuadas en ese periodo en el que Amodio actuó como delator e interrogador oculto, “no fueron amparadas bajo ninguna norma. Porque dichas privaciones de libertad implicaban el ser detenido sin ninguna causa, sin pasar en muchos casos por algún juzgado, y todavía ser víctimas de distintos apremios físicos. Y cuando se lograba ir a un juzgado era para cumplir un simple formulismo”, remarca la resolución.

Staricco entiende que estas detenciones en las que participó Amodio “fueron totalmente arbitrarias e ilegales” por cuanto se configuró el delito de privación de libertad, especialmente agravado, que se pena con hasta nueve años de penitenciaría de acuerdo al artículo 281 del Código Penal.

Sin embargo, rechaza la postura de la Fiscalía al considerar que no se trata de un crimen de lesa humanidad, como sostuvo el Ministerio Público. Pero la jueza no brinda argumentos al respecto.

El Sargento G

Para la magistrada Amodio “tuvo un trato especial en el Batallón Florida y luego en el Noveno de Caballería. Y ese trato especial consistió en que no fue víctima de torturas, estando en un lugar separado al resto de los detenidos; se le permitió llevar a su pareja (Alicia Rey Morales) con él y además se le dio la libertad para él y su pareja permitiéndoles salir del país con una documentación que no era la de ellos". A cambio, "trabajó para los militares individualizando compañeros cuando salía en las patrullas o trabajando para la OCOA (Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas)”, precisó.

La jueza señala que Amodio no se encontraba en un “estado de necesidad” que justificara su conducta: “No surge probado” en el expediente que el indagado “si no salía a identificar compañeros del MLN se les quitaran los privilegios que tenía”.

El indagado no se encontraba “en una situación o estado de peligro inminente o inevitable que lo obligara a violar el bien jurídico de otras personas, como lo fueron las personas que resultaron detenidas como consecuencia del accionar de Amodio”, indica la resolución.

“Durante su detención, Amodio colaboró con los militares, logrando que su pareja Alicia Rey, fuera llevada donde él estaba alojado, dado que ella estaba detenida en el barracón del Batallón Florida junto a las demás mujeres”, explicó.
“En efecto –sostiene la magistrada–, según manifestó el trato que él hizo fue que ordenaría los papeles de la OCOA, teniendo que descifrar los seudónimos o apodos. Pero como eso no podía hacerlo solo, pidió que trajeran a su pareja”. De esta manera, Amodio compromete judicialmente la situación de Alicia Rey Morales, cuyo paradero es hoy desconocido.

Staricco añadió que la tarea de Amodio “no solo fue esa, sino que también en reiteradas oportunidades vestido de militar, salió a patrullar junto a militares, entre ellos con Orosmán Pereyra, y ‘marcar gente’, incluso lo llamaban “Sargento G.”, lo que surge probado mas allá de la negativa del indagado”.

“El propio Pereyra expresó que en los patrullajes se salía de la unidad, saliendo oficiales, personal subalterno y Amodio Pérez; que las personas que eran detenidas se las interrogaba. Y quien interrogaba era Amodio Pérez en el propio Batallón”, subraya el fallo.

Pereyra dice desconocer cómo Amodio hacia los interrogatorios, pero declaró que “la información se la daba al capitán Camacho”, y agregó que también escuchaba los interrogatorios y “reformulaba las preguntas”.

El militar admitió que “incluso llevó al “Sargento G.” vestido de militar a patrullar y marcar gente”, la que luego era detenida y torturada. Uno de esos casos fue el de Eduardo Ariosa Amilivia, detenido el 27 de julio de 1972, y asesinado en ese momento por los militares.

El fallo que encarceló a Amodio Pérez

Fallo procesamiento de Amodio Pérez by Sudestada - Periodismo y transparencia

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