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30/07/2019

Abogado uruguayo confesó que lavó 8 millones de euros de político español condenado por corrupción

Fernando Belhot usó dos sociedades uruguayas para asistir en el lavado a Eduardo Zaplana, el expresidente de la Comunidad Valenciana y antiguo hombre fuerte del Partido Popular.
Washington Fernando Belhot Fierro, acusado en España de asistir a Eduardo Zaplana para lavar millones.

Fabián Werner / Sudestada / @fwernerv

El abogado uruguayo Washington Fernando Belhot Fierro confesó ante un juez valenciano que fue él mismo quien se ofreció a montar una estructura societaria en Uruguay para que Eduardo Zaplana, exministro del gobierno del Partido Popular español, pudiera ocultar su dinero sucio.

La declaración de Belhot, a cuya transcripción oficial tuvo acceso Sudestada, se produjo el pasado 25 de enero mediante una videoconferencia. El encargado de realizar el interrogatorio fue el juez José Ramón Santamaría Blasco, junto al fiscal Pablo Ponce.

Un mes antes, y con la presencia del mismo fiscal Ponce, el domicilio de Belhot en Carrasco había sido allanado, al igual que las oficinas de su estudio, South Capital Partners, ubicado en la calle Rivera 6329 oficina 205. Aquel procedimiento judicial, solicitado por el Juzgado de Instrucción de Valencia No. 8, también incluyó, en el mismo edificio, las oficinas de su antiguo socio Juan Carlos González Lerena, con quien compartió durante años la titularidad del bufete BGL Asesores Legales y Fiscales SRL.


Rivera 6329, sede de South Capital Parters y BGL Asesores Fiscales y Legales. Ambos estudios fueron allanados en diciembre. 

Este es un edificio muy particular. En la oficina 106 funciona al mismo tiempo el estudio BGL Asesores Legales y Fiscales SRL, que tiene la representación del banco suizo PKB; ambos aparecen de manera permanente en denuncias de lavado de dinero en Brasil y en España. También funciona allí (en la oficina 205) South Capital Partners, el escritorio que fundó Belhot luego de irse de BGL, aunque manteniendo su inicial en la razón social, sus negocios en Panamá y sus relaciones familiares con González Lerena. 

En Uruguay la evasión no es delito


El exministro español Eduardo Zaplana durante una de sus recientes comparecencias judiciales. Foto: RTVE. 

Eduardo Zaplana fue ministro de Trabajo durante el gobierno del presidente de España, José María Aznar, y también presidente de la Comunidad Valenciana por el Partido Popular. Es uno de los principales acusados de la Operación Erial, que investiga el cobro de millonarios sobornos a cambio de contratos de obra pública.

Según declaró Belhot, su primera reunión con Zaplana sucedió entre febrero y marzo de 2009 y en ella también estuvieron presentes su asesor fiscal, Francisco Grau, y Joaquín Barceló, un amigo de la infancia del político español integrante de la familia propietaria de la cadena hotelera Barceló.

Los españoles le explicaron al abogado uruguayo que habían montado una estructura societaria entre España y Luxemburgo con el fin de evadir impuestos y le consultaron su opinión al respecto. Belhot les respondió que Luxemburgo era una jurisdicción “cara” y que, a los efectos de la evasión fiscal, Uruguay era entonces mucho más conveniente.

Entre los motivos de dicha conveniencia, Belhot mencionó en primer lugar que la jurisdicción uruguaya era “más barata” y que además aquí existía un “secreto bancario muy fuerte”, que las acciones de las empresas eran “al portador” y que “la evasión fiscal en Uruguay no era delito”.

En realidad, en ese momento la legislación uruguaya no consideraba la evasión fiscal como un delito precedente del lavado de activos, por lo cual no iba a prosperar un eventual pedido de colaboración de España para investigar a Zaplana. La hospitalidad de entonces oriental para el dinero sucio resultó tentadora.

En función de este diagnóstico, Belhot se ofreció a administrar los activos del grupo para su “optimización fiscal” (lo cual, en buen romance, quiere decir “lavar dinero” de su evasión) y para ello brindó dos sociedades uruguayas, aunque finalmente se utilizó solo una.

Las uruguayas “fantasma”


Misleny y Disfey fueron las empresas clonadas que Belhot puso a disposición de Zaplana para ocultar su dinero sucio. Según consta en el Diario Oficial, las dos fueron registradas el 10 de febrero de 2010. 

Dada la ilegalidad del negocio que estaba buscando Zaplana, Belhot dijo que la confianza entre el cliente y el asesor fiscal es fundamental. “La figura del fiduciario básicamente actúa por otra persona en su nombre y representación, y en algunos casos se hace en forma de contrato o negocio verbal, a fin de mantener la plena confidencialidad”, explicó el especialista.

Luego de esta afirmación, dijo que ninguno de sus negocios con Zaplana había sido objeto de un contrato escrito y, por lo tanto, no había nada firmado.

Disfey y Misleny fueron las dos sociedades que Belhot puso a disposición de Zaplana para lavar su dinero negro. A estas dos empresas fantasma se transfirieron los activos de Imison International, una estructura que el exministro español había abierto en Luxemburgo. Así explicó Belhot cómo se instrumenta la maniobra: “Los activos financieros se traspasan a las sociedades uruguayas mediante un procedimiento llamado ‘el manejo de activos’ utilizando estructuras intermedias”.

El abogado uruguayo recomendó que todos los activos se encaminaran a una de las sociedades, ante lo cual Zaplana le pidió que le “administrara fiduciariamente esos activos financieros”. Para ello se abrió una cuenta a nombre de Disfey SA. “En total se llega a una suma de 7.955.000 euros”, confesó Belhot.

El dinero llegó a la cuenta de Disfey en varios envíos desde “distintas sociedades estructurales”, en cuatro transferencias: la primera de 1,5 millones de euros, la segunda de 3 millones, la tercera de 1.750.000, y la cuarta y última de 1.705.000 euros.

“Esos fondos se comienzan a administrar haciendo inversiones en distintos activos financieros”, dijo Belhot al juez español, “con perfiles moderados de riesgo sin revalorizaciones muy altas”.

Por este servicio, el uruguayo cobraba 0,75 por ciento sobre el monto de lo administrado de forma anual, más un “bonus” que se negociaría en caso de que las inversiones dejaran una renta.

Belhot también contó que en varias ocasiones Zaplana le pidió dinero de esas cuentas, y que las entregas se realizaron a través de cambistas en las manos de la secretaria del político español. A lo largo de los siete años en los que funcionó este sistema de lavado por goteo, calculó el abogado, Zaplana se hizo de un total de 2,3 millones de euros.

Como la reiteración de los retiros ocasionaba algunos problemas contables, Belhot decidió abrir una cuenta a su nombre “para poder facilitar el manejo de los fondos ya que los bancos no ponen tantos problemas en el movimiento de dinero de cuentas de personas privadas a sociedades”.

Disfey fue fundada el 23 de noviembre de 2009 y el capital inicial fue apenas de 85 mil pesos. En abril de 2010 fue designado presidente Juan Miguel Mutio Cerdeiras, un conocido testaferro del mundo de las empresas fantasma en Uruguay y el domicilio fijado fue Zabala 1372 oficina 201.

El 8 de setiembre de 2015 quien asumió la presidencia de Disfey SA fue Daniel Gonzalo García Belhot, primo del abogado Fernando Belhot, y la sede de la empresa pasó a la calle Rio Branco 1373 oficina 501. El 13 de setiembre de 2016 se modificó el capital de la empresa y se ingresaron 3 millones de pesos uruguayos, que al cambio de la fecha equivalían a poco más de 100 mil dólares.

El 13 de marzo de 2017 se produjo el cambio patrimonial más significativo, cuando Disfey declaró oficialmente una integración de capital de 600 millones de pesos uruguayos, equivalentes a más de 20,7 millones de dólares. Para ser exactos, 20.725.388 dólares. Hubo algo que Belhot no le contó a la Justicia española.


Disfey amplió su capital en 20,7 millones de dólares el 19 de diciembre de 2016, pero esto no fue informado por Belhot a la Justicia española en su declaración de enero de 2017. 

Misnely SA, la otra empresa fantasma creada por Belhot para servir a los intereses de Zaplana, tuvo una actividad mucho menor. Fue abierta el 15 de diciembre de 2009 y siempre estuvo presidida por su primo García Belhot.

Su sede se declaró inicialmente en Juncal1378 oficina 1301 y en setiembre de 2015 se mudó de oficina en el mismo edificio, al escritorio 1406. El 10 de marzo de 2016 se integraron 3 millones de pesos de capital, pero ese fue el único movimiento significativo.

Ambas empresas permanecen abiertas hasta el presente.

Lee la declaración completa

Estas son las 10 páginas de la transcripcion oficial del juzgado español de la declaración de Belhot. Si querés verla en pantalla completa hacé click acá



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