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23/11/2019

Contaminación de agua en Guichón se debe a modelo forestal y agroquímicos

Más de una semana después el agua potable volvió a esa ciudad de Paysandú, pero persisten los problemas que afectan el arroyo Guayabos, que un grupo de vecinos denuncia hace años

Arroyo Guayabos. Foto: Vecinos de Guichón

Pablo Alfano / Sudestada / @pabloalfano

El problema del agua potable quedó prácticamente solucionado en la ciudad de Guichón, luego que la población estuviera más de una semana con problemas de abastecimiento, debido a la contaminación del arroyo Guayabos, que hoy presenta una alta concentración de algas y de cianobacterias.

La próxima semana OSE pondrá en funcionamiento dos nuevas perforaciones de pozos semisurgentes que servirán para completar la demanda de agua que hoy es atendida con camiones cisterna. Los trabajadores de OSE trabajaron de forma rápida desde el pasado lunes cuando se detectaron problemas de “olor y sabor no característicos” en el agua que sale de la canilla de los guichonenses, según destacan los vecinos consultados por Sudestada.

“El tema del suministro de agua potable quedó ya casi solucionado y los vecinos vimos que los trabajadores de OSE trabajaron en forma rápida y eficiente. Pero sigue pendiente el problema del arroyo Guayabos, que está contaminado debido a la gran cantidad de floraciones de algas que se forman debido a la actividad forestal y al uso indiscriminado de químicos y fertilizantes en la zona”, explicó a Sudestada Marcelo Fagúndez, integrante del grupo Vecinos de Guichón por los Bienes Naturales.



Varios colectivos de vecinos denuncian estos problemas desde hace casi 10 años cuando comenzaron a ver el peligro que corría la calidad del agua del arroyo Guayabos, la principal fuente de agua potable de la zona. Fagúndez explicó que en un radio de tres kilómetros funciona el complejo turístico de las Termas de Almirón, la unidad potabilizadora de agua y la toma desde donde OSE toma el agua. Además, aguas abajo el arroyo Guayabos nutre a una gran cantidad de pequeños productores rurales, ya que se trata de un afluente importante del río Queguay.

La semana pasada los pobladores de Guichón comenzaron a percibir un mal sabor y olor en el agua de la canilla y el martes 12 OSE comunicó que debido a la cantidad de colonias de algas estaba trabajando para tomar agua de pozos semisurgentes, debido a la contaminación que presenta el arroyo Guayabos.



Los vecinos se comenzaron a movilizar en la calle, en los comercios, en los centros educativos y clubes sociales y en tres días consiguieron reunir cerca de 900 firmas –en una ciudad de 5 mil habitantes– que fueron entregadas este miércoles 20 en Torre Ejecutiva, la sede de Presidencia de la República. 

“Entregamos las firmas y fueron selladas como “Urgente” y se nos dijo que esa misma tarde iban a llegar a la Secretaría de Presidencia de la República. Nosotros llegamos a plantearle esta preocupación al presidente porque desde casi hace 10 años venimos manifestando nuestra inquietud a todos los organismos involucrados como OSE, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, la Dirección Nacional de Medio Ambiente, el Ministerio de Turismo, la Comisión de Medio Ambiente del Senado, y en ningún lugar tuvimos suerte”, explicó Fagúndez.

“La herramienta más importante que tenemos es el Plan de Ordenamiento Territorial, un proyecto que está desde el año 2011 en la Junta Departamental de Paysandú. Nosotros buscamos que se declare zona de protección ambiental termal y se restrinja la actividad forestal”, sostuvo el integrante de este colectivo de vecinos, quien además fue edil departamental del Frente Amplio.

Desde el año 2008 varios vecinos manifiestan su preocupación por el creciente deterioro ambiental del arroyo Guayabos, que pasa por las Termas de Almirón. Los pobladores consideran que hay unos cuatro kilómetros de monocultivos de eucaliptus extensivos entre la Cuchilla de Haedo y la naciente del arroyo Guayabos, que perjudican la calidad del agua.

“La empresa Forestal Oriental llega, corta los troncos y en el proceso aplican herbicidas a esos troncos y luego limpian el terreno y aplican fertilizantes y otros productos cuando vuelven a plantar”, señaló Fagúndez. A esto se le suman fumigaciones con agroquímicos muchas veces a unos 60 metros de donde funciona la planta potabilizadora de agua, que ya ha afectado la salud de varios residentes de esa zona.

Aliados de Sudestada