Fabián Werner / Sudestada / @fwernerv

Rodrigo Tacla Durán, uno de los ex abogados de Odebrecht que se convirtió en delator, dijo que el uruguayo Andrés “Betingo” Sanguinetti luego de ser despedido de la Banca Privada d’Andorra (BPA) fue contratado directamente por la constructora brasileña para no dejarlo “sin nada” tras haber colaborado con la compañía en el trasiego de coimas. Además, conocía “muchos secretos”, deslizó.

Tacla Durán hizo esta revelación durante uno de los interrogatorios a los que se sometió en España dentro de la investigación que se realiza en ese país y en Andorra sobre el papel que jugó la BPA en el multimillonario trasiego de sobornos desde Odebrecht a empresarios, políticos y gobernantes de varios países latinoamericanos y africanos.

Durante más de 100 minutos Tacla Durán dio detalles de cómo comenzó a trabajar para Odebrecht, en marzo de 2011, en el Departamento de Operaciones Estructuradas, la división creada para el manejo de la conocida como “caja 2”, el dinero negro con el que se financiaba la corrupción.

Desde ese lugar, el abogado hispano-brasileño tuvo acceso privilegiado a los detalles de las transacciones porque era quien se encargaba de aconsejar sobre la mejor forma de ocultar los rastros del lavado.

En esa condición de asesor Tacla se reunió en numerosas ocasiones con el uruguayo Betingo Sanguinetti, tanto en Brasil como en España, y dijo que era el funcionario de la BPA que tenía contacto más fluido con los directivos de Odebrecht en función de su relación de amistad con uno de ellos, Luis Eduardo Da Rocha Soares.


Luis Eduardo Da Rocha Soares, el amigo de Betingo que cimentó el vínculo con Odebrecht. 

La BPA operó desde Montevideo, abriendo cuentas y transfiriendo cientos de millones de dólares, gracias a la gestión de sus dos principales referentes en la capital uruguaya: Francesc Xavier Pérez Giménez y Andrés Betingo Sanguinetti.

Contratado por Odebrecht

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Según la declaración de Tacla Durán, registrada el 15 de junio de 2017 en un video al que accedió Sudestada, cuando Betingo se desvinculó definitivamente de la BPA fue contratado por Odebrecht para trabajar en el Departamento de Operaciones Estructuradas, la división creada para el manejo del dinero negro.

Tacla declaró que el uruguayo comenzó entonces a trabajar junto a uno de los principales directivos de la constructora brasileña, Marcos Grillo, “en la generación de la Caja 2 de Odebrecht”, que era la fuente de todos los sobornos que pagó la constructora en al menos 12 países de América Latina y África.


Marcos Grillo, uno de los hombres fuertes de Odebrecht, contrató a Betingo tras su despido del BPA. 

En su declaración judicial, Tacla Durán contó por qué fue contratado por Odebrecht, cómo conoció a Sanguinetti y cuál era el papel que jugaba el uruguayo en la estructura de la maniobra de lavado. “Las condiciones las puso Betingo, yo siempre trataba con él”, explicó.

El exabogado de Odebrecht dijo que quienes definían cuáles eran las cuentas que se abrían en la BPA eran Da Rocha Soares, Betingo y los directivos del banco, y que todos “sabían que eran pagos irregulares”. Y más allá de quiénes fueran los titulares de las cuentas, quien las controlaba era el doleiro brasileño Olivio Rodrigues, conocido en la interna de la empresa como “Gigolino”.


Olivio Rodrigues, alias "Gigolino", uno de los responsables de la trama de lavado. 

También narró cuáles eran las condiciones que se ponían para abrir una cuenta en la BPA y que era Sanguinetti el encargado de comunicarlas. Entre ellas se encontraba que las sociedades titulares de las cuentas fueran abiertas por BPA Serveis, una de las filiales de la Banca, para no despertar sospechas fuera de la institución o en otros países por la falta de controles.



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En cuanto a los contactos con la BPA, Tacla Durán explicó que el uruguayo era su principal vínculo. “Siempre hablé con Betingo”, dijo, y apuntó que en algunos de sus encuentros en Madrid fue invitado al estadio Santiago Bernabeu, del Real Madrid, donde Sanguinetti tenía “una silla” permanente en el palco oficial.

Ante las reiteradas alusiones a Betingo, uno de los funcionarios judiciales le interrogó sobre las prebendas que podría tener en Uruguay para desarrollar estas actividades, y Tacla fue enfático: “Es el hermano del expresidente Julio María Sanguinetti”.



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La extensa declaración de Tacla Durán empieza y termina con el mismo planteo. Su malestar con el abogado que lo defiende y su intención de cambiarlo debido a que antes de la audiencia le planteó “cuadrar” su declaración con la de los miembros de Odebrecht y del BPA, como Da Rocha Soares y Sanguinetti.

En su protesta, el compareciente aseguró estar en medio de una disputa entre los políticos que recibieron coimas, la constructora brasileña y “empleados que robaron”, en alusión a los dos tan mentados amigos.



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