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25/05/2016

“No hay nada que obligue a un integrante de un grupo a pagar deudas de otro”

Autoridades del BROU explicaron en el Parlamento por qué los miembros del grupo económico Fripur siguen gozando de préstamos blandos del Estado aunque no le hayan pagado créditos millonarios


Naveiro, segunda desde la izquierda, explicó por qué el BROU le presta plata a la famila que fundió Fripur.

El grupo económico Fripur debía a toda la banca un total de 67.744.000 de dólares, sostuvo el 16 de setiembre de 2015 la presidenta en ejercicio del BROU, Sylvia Naveiro, en la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados.

Ese monto se alcanzó después de un deterioro progresivo –y totalmente conocido por parte del banco- especialmente a partir de 2010, cuando la empresa debía 22 millones de dólares. Esa deuda se “reperfiló”, como se dice en la jerga financiera, a 15 años en 2013 y un año después la situación se complicó más todavía.

Luego de facilitar contactos con inversores chinos para que compraran la empresa uruguaya, el BROU se enteró el 1 de agosto de 2014 de la declaración de moratoria provisional de Fripur radicada en el Juzgado de Primera Instancia de Concursos de Primer Turno. El 6 de agosto, la empresa pidió medio millón de dólares al banco para pagar los sueldos. El pedido fue aceptado, y el préstamo concedido, explicó Naveiro.

El mes siguiente, “en aras de mantener la continuidad de la empresa y del compromiso asumido en cuanto a apoyarlos en la continuidad, financiamos el 50% de los egresos operativos proyectados por ellos en el mes de agosto, equivalentes a US$ 1.426.500”.

Naveiro explicó que el aumento de las pérdidas de Fripur se debió al descenso de las exportaciones y, ante una pregunta del diputado frenteamplista Luis Puig, negó que la institución estuviera al tanto de los hechos denunciados por los trabajadores en el parlamento. “Al Banco no le consta que la empresa Fripur haya desviado fondos hacia otras empresas. Nos consta sí que quizás no se reinvirtió en la empresa en los niveles en que esta necesitaba”, respondió.

Sin embargo, la funcionaria demostró estar al tanto de la situación del grupo económico de la familia Fernández Rodríguez y del grado de vinculación que tienen sus diferentes emprendimientos.

La jerarca señaló que “dentro de ese grupo económico tenemos, por ejemplo, el emprendimiento Kentilux, de energía eólica, que tiene una situación de endeudamiento totalmente regular, porque se paga con su propia generación de energía eléctrica”.

“Todos sabemos las políticas del Estado por la diversificación de la matriz energética, que fue un esfuerzo importante y con un enorme éxito. La empresa Kentilux que forma parte del grupo económico, y que no integra el señor Máximo ni el señor Alberto Fernández, sino sus hijos, tiene un crédito en el BROU cuyo pago está siendo cumplido con total rigurosidad, porque es un crédito que se cobra a partir de las cesiones de crédito de la UTE. Este organismo, previo a pagarles, deposita los dineros en el banco, éste cobra la cuota y el remanente se les devuelve. Al día de hoy, eso sería alrededor de US$ 15.000.000 de lo que es el endeudamiento”, dijo la jerarca.

Naveiro explicó que el establecimiento Magdalena, dedicado a la actividad agropecuaria, “que probablemente perdamos como cliente del banco” por pertenecer al grupo Fripur, pasará a tener calificación 3. De esta manera, la firma dejará de operar con el República y lo hará con otros bancos “donde su calificación no se verá resentida por este tema. Comercialmente, el BROU perderá una colocación que supera los 5 millones de dólares”.

Según la presidenta en ejercicio de BROU, otra empresa del grupo, Polybag Ltda –dedicada al negocio del polietileno– que es propiedad “de un yerno de los señores Fernández, tiene un endeudamiento de solo 194 mil dólares. No voy a decir que sea una cifra insignificante, pero dentro de lo que es el endeudamiento del grupo…”, dijo, sin terminar la frase.

Un aspecto llamativo de la explicación de Naveiro al Parlamento –registrado el 16 de setiembre de 2015, a un mes del cierre de Fripur- fue la confirmación de que las normas están hechas para que los empresarios puedan burlar los controles del Estado, tal y como hicieron los Fernández Rodríguez durante años.

“Ser declarado grupo económico por el Banco Central no obliga a los integrantes del grupo a pagar la deuda de los demás integrantes. Ese es un aspecto normativo no menor. No hay nada que obligue a un integrante de un grupo a pagar deudas de otro, salvo que existiera una garantía solidaria cruzada, que en este caso no existía”, detalló Naveiro.

Esto significa que si bien el grupo económico debe al Estado más de 67 millones de dólares por la ruina de Fripur, y algunas otras decenas de miles por otros emprendimientos, el BROU le sigue prestando plata a los Fernández a través de los miembros de la familia menos salpicados por el escándalo, a pesar de que padres, hijos, hermanos, sean dueños de las mismas empresas.

La denuncia que por aquellos días realizaban los trabajadores en el mismo parlamento que compareció Naveiro demostraron que los empresarios mantienen bien altos sus principios para poder pasar con sus alforjas cargadas por debajo. 


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