Equipo de Sudestada

El proyecto de ley que busca crear un organismo regulador de todos los juegos de azar enfrenta una nueva polémica. Por un lado, provocó que los sindicatos nucleados en la Federación Nacional de Trabajadores del Juego (Fenaju) expresaran su rechazo frontal a la reforma. Por otro lado, mientras la patronal del sector también se manifestó en contra de la iniciativa, en los últimos días se sumó un ingrediente que sembró más dudas: el inusual giro que le dieron legisladores oficialistas en el tratamiento parlamentario.

El proyecto fue enviado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) el 20 de marzo y pretende ser un primer paso dirigido a “una reorganización institucional distinguiendo claramente las funciones de regulación, control y fiscalización de la explotación directa del juego por parte del Estado”, según la exposición de motivos.

En ese proyecto –de 36 artículos– el MEF propone crear una “Dirección Nacional de Contralor de Juegos de Azar y Apuestas, sucesora de la actual Dirección Nacional de Loterías y Quinielas” y un nuevo servicio descentralizado que suplantará a la actual Dirección General de Casinos.

El texto ingresó a la Comisión de Constitución y Legislación del Senado, pero sin siquiera haber sido tratado fue enviado a Diputados, y ahora se encuentra en la Comisión de Hacienda. Esta decisión, poco frecuente en un trámite parlamentario, fue solicitada por el senador Rafael Michelini (Nuevo Espacio), integrante de la comisión de la Cámara Alta, a pedido del vicepresidente Danilo Astori, explicaron a Sudestada fuentes políticas.

La creación de este organismo no sólo generó el rechazo de los trabajadores del juego y los empresarios del sector –la Banca de Loterías y Quinielas, la empresa Hípica Rioplatense y operadores de apuestas agrupados en la Cámara de Juegos Oficiales de Azar (CAJOA)–, sino que además existen fuertes dudas entre los legisladores de la oposición y entre algunos del oficialismo.

La solicitud de enviar el proyecto a Diputados obedece a que dentro de la comisión del Senado no estarían los votos para su aprobación, explicaron las fuentes. El argumento oficialista para tomar esta medida es que existe una “sobrecarga de trabajo” en la comisión del Senado.

En realidad, el motivo es que en Diputados sí estarían los votos para aprobar este proyecto impulsado por el director general de Casinos del Estado, Javier Cha, un activo militante del Frente Líber Seregni (FLS), que lidera Astori.

Esta “reguladora” podrá otorgar autorizaciones, permisos y licencias para explotar los juegos de azar en todas sus modalidades, incluido el juego on line. Esto despertó gran preocupación entre los operadores de casinos y de juegos tradicionales –como la Quiniela, la Tómbola y el 5 de Oro– al considerar que perjudicará a sus negocios.

Los empresarios del juego agrupados en la CAJOA no quieren que se otorguen licencias a operadores on line al representar una fuerte competencia, ya que el apostador podrá jugar desde su casa o a través de un celular.

Por otro lado, para los sindicatos del juego la creación de este organismo es “una privatización encubierta”, porque el negocio “quedará en manos de un superpoder que podrá transferir el negocio desde el Estado hacia las manos privadas en forma absolutamente discrecional”.

Un grupo de trabajadores explicó a Sudestada que el proyecto de ley está “plagado de errores” y hará que Uruguay se convierta en una plaza de juegos “sin garantías para los usuarios”. Además, este organismo “regulador” generará “un caos legalizado y básicamente, desaparecerá la responsable y esencial tutela social que ha venido ejerciendo el Estado sobre la población, especialmente sobre nuestros jóvenes”.

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