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09/11/2020

Degradación de la playa de la barra del arroyo Maldonado

A dos años de las obras de recuperación de las dunas y la Playa Desembocadura, en la barra del arroyo Maldonado, los geotubos al descubierto alteraron la fisonomía del paisaje natural
Víctor L. Bacchetta

Sin aviso previo, en diciembre de 2018, unas retroexcavadoras de la Intendencia de Maldonado comenzaron obras de gran escala en la playa situada en la barra formada por la desembocadura del arroyo Maldonado. Vecinos de la zona buscaron informarse y luego expresaron sus objeciones, pero las obras no se detuvieron a pesar, incluso, del desacuerdo de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama).


Arroyo Maldonado en 2018

El intendente fernandino Enrique Antía afirmó que se trataba de “una obra para recuperar la costa”. Un temporal del año anterior y la crecida del arroyo Maldonado dejaron una gran cantidad de escombros sobre la playa, que la Intendencia tuvo que retirar con varios viajes de camiones. “Se rompió el frente de toda una manzana de casas en esa zona y corrían riesgo de caerse varias de ellas”, agregó Antía.

La vecina de la zona Chris Storey, paisajista de profesión, dijo a la prensa local que el problema surgió principalmente en el terreno de la casa de Daniel Hadad, un empresario argentino, cuyo jardín llega hasta la playa. Según Storey, la edificación cercana le hizo perder a la duna su movilidad natural y esta se desmoronó, de modo que puso en peligro la estabilidad de esa y otras residencias cercanas.


Arroyo Maldonado en 2018

“El dueño de ese predio hizo una casa nueva de 1.200 metros cuadrados y tiró los escombros de la casa vieja ahí. El verano pasado todos los fierros y los escombros quedaron al aire y el mar cada vez más fue comiendo y comiendo contra esa duna, tirando el pasto hacia atrás, y encima comiendo la casa del vecino. La desembocadura está permanentemente mutando”,
explicó la profesional.

La obra consistió en la implantación de geotubos, descriptos como una “tecnología blanda”, un procedimiento moderno que por primera vez se aplicaba en el país. Los geotubos son grandes bolsas tubulares de un material sintético, no biodegradable, rellenadas con unos 300 metros cúbicos de arena y agua, enterradas en el lugar a efectos de recomponer las dunas y controlar la erosión natural de la costa.

Se informó que los trabajos eran ejecutados por la Intendencia, con financiamiento de los propietarios de los terrenos linderos con la playa. Los vecinos que se acercaron al lugar al ver las grandes máquinas en movimiento verificaron que no contaban con la autorización de la Dinama. El director del organismo, Alejandro Nario, ordenó detener la obra, pero de hecho no ejerció su autoridad y los trabajos continuaron.



Casi dos años después de la obra realizada, presentamos un registro fotográfico del lugar realizado por vecinos de la zona. Las imágenes muestran cómo era esa playa en 2017, antes de los trabajos realizados por la Intendencia. Luego se ve a los vecinos en 2018, averiguando qué estaba pasando y la colocación de los geotubos. Por último, en la actualidad, la nueva fisonomía de la playa con los geotubos a la vista.

“La protección de las casas de los propietarios linderos parece lograda por ahora, pero la playa quedó desfigurada”, dijo a Sudestada uno de los vecinos que entonces cuestionaron las obras. Los vecinos advirtieron que, a diferencia de otros países, la arena para los geotubos era extraída muy cerca de la costa y que el resultado sería peor al fluir el arroyo con mayor velocidad y el mar golpear con más fuerza.


Arroyo Maldonado en 2020
Aliados de Sudestada