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10/08/2022

Las controversias científicas sobre la pandemia de Covid-19

A pesar de las negativas a discutirlo, investigaciones científicas independientes siguen aportando al esclarecimiento de las controversias surgidas en torno a la pandemia de Covid-19.

Víctor L. Bacchetta

La emergencia de la pandemia de Covid-19 obligó a decisiones rápidas, no obstante lo cual debieron hacerse con suficientes garantías por los riesgos implicados. Al empezar a conocer las vacunas y sus efectos, se iniciaron investigaciones científicas sobre los fundamentos de las mismas y surgieron las primeras controversias. En el transcurso de la pandemia, se pueden distinguir tres diferentes etapas de este proceso.

La primera etapa fue la desarrollada en los laboratorios hasta llegar a la autorización de emergencia. En la segunda etapa se inició la vacunación de la población, mientras debían continuar las pruebas de las vacunas para la aprobación formal. En la tercera etapa se consolidó la vacunación masiva, pero las investigaciones prosiguieron ante las interrogantes generadas por la falta de transparencia de las decisiones.

El misterio sobre el origen del virus, que persiste, la alegada ausencia de tratamientos y los apresuramientos para liberar unas vacunas sin antecedentes, junto al carácter secreto de los contratos de venta con los gobiernos, generaron desconfianza en los laboratorios y en la propia OMS. Aunque minoritaria, la resistencia se manifestó en sectores de más alto nivel cultural y en países de mayor desarrollo económico.

Esa desconfianza fue respaldada por denuncias de personalidades destacadas de la salud mundial y por investigaciones científicas independientes sobre efectos adversos insospechados de las vacunas, pero los medios de comunicación las ignoraron. En Estados Unidos, médicos recurrieron a la justicia para lograr que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) presentara toda la documentación sobre la evaluación técnica de las vacunas de Pfizer.

En Uruguay, el gobierno, los principales partidos políticos y medios de comunicación adoptaron un discurso único, recurriendo a descalificaciones grotescas, como tildar de “antivacunas” o “anticientíficos” a los críticos. En vez de alentar la transparencia y la discusión, las entidades académicas y científicas se negaron a debatirlo, como si la ciencia fuera un credo religioso administrado por autoridades infalibles.

La acción de amparo por la vacunación contra Covid-19 en menores de 13 años fue un nuevo episodio de esta historia. Desde la Presidencia se calificó como “disparate” la decisión del juez Alejandro Recarey de requerir información sobre las vacunas, pero las respuestas a la intimación judicial mostraron que el Ministerio de Salud Pública (MSP) y sus expertos no van más allá de lo informado por los laboratorios.

Los doctores Gustavo Giachetto y Carlos Zunino, asesores de la Sociedad Uruguaya de Pediatría, consideran que la ficha técnica del laboratorio y el prospecto adjunto a las vacunas contienen todo lo necesario. Para estos médicos, la base científica para recomendarlas no surge de una investigación propia, sino de la confianza en las instituciones internacionales autorizadoras y las empresas farmacéuticas.

Ni al MSP ni al asesor Giachetto les consta que haya estudios sobre efectos adversos de la proteína Spike contenida en las vacunas. “Nosotros nos guiamos por evidencia científica. No conozco literatura biomédica, en revistas arbitradas nacionales o internacionales, que diga que la proteína Spike o la vacuna tenga algún efecto sobre la autoinmunidad o los procesos inmunológicos del huésped”, declaró Giachetto.

Al comienzo no había suficientes datos sobre la seguridad de las vacunas, ni sobre la efectividad en la población, pero en poco tiempo hubo estudios científicos que dieron señales de alerta. Era razonable suponer que eventos simultáneos con la vacunación, como miocarditis, trombosis y daños por reacciones inflamatorias severas, inclusive del sistema nervioso, podían tener una relación causal con las inoculaciones.


Efectos constatados



Uno de los temas más controvertidos ha sido que las vacunas induzcan la generación de la proteina Spike en el inoculado, cuando los estudios de Covid-19 mostraron que es la causante del mayor daño provocado por el coronavirus. Reseñamos a continuación observaciones de casos clínicos reportados en revistas científicas, en informes de los centros de monitoreo y testimonios de personas afectadas, que deberían servir de base para un debate científico abierto al respecto.

++ La proteína Spike o fragmentos de esa proteína entran en la circulación sanguínea y son la fuente de algunas de las reacciones adversas más importantes observadas en los vasos sanguíneos y en otras partes del organismo.

++ Cuando Spike se une a la enzima ACE2 de las células de la pared interna de los vasos sanguíneos (el endotelio), desregula el eje renina-angiotensina-aldosterona (sistema hormonal que regula la presión sanguínea, el volumen extracelular corporal y el balance de sodio y potasio) y provoca daño a las mitocondrias (las fábricas productoras de energía) de las células endoteliales.

++ La subunidad S1 de la proteína Spike puede alterar la función de la barrera hematoencefálica (que separa nuestro cerebro y médula espinal del resto del cuerpo), lo que puede incrementar la inflamación del sistema nervioso central.

++ Tras revisar los datos de Pfizer y Moderna en los que se basó la FDA para dar su autorización, cuando se compara a los inoculados con los que recibieron el placebo, se observa que hay un “riesgo incrementado de eventos adversos serios” y que estos “sobrepasan la reducción en el riesgo de ser hospitalizados con Covid-19”.

++ Desórdenes de coagulación y problemas cardiovasculares eran los que más se asociaron a eventos adversos en los ensayos de fase III de las vacunas. Esto mismo registraron, desde su autorización de emergencia, los sistemas de monitoreo de Estados Unidos, Europa y la OMS (VAERS, FAERS, Eudravigilance y Vigiaccess).

++ A pesar de haber estudios sobre la generación de anticuerpos y su capacidad neutralizante post inoculación, no se conoce realmente cuál es la diferencia en las respuestas a las inoculaciones de ARNm y otras vacunas contra Covid 19 en comparación con las infecciones naturales de esta enfermedad.

++ La vacunación ejerce una "impronta inmune" que dificulta que el sistema inmune natural pueda producir anticuerpos de forma adecuada contra otras variantes luego de haber recibido aquella inoculación.

++ La proteína Spike generada por las vacunas fue encontrada en altas cantidades hasta dos semanas después de la inoculación y seguía estando presente a menor concentración hasta dos meses después en los nódulos linfáticos.

++ El ARNm de la vacuna persiste en los CG (centros germinales) de los nódulos linfáticos de las axilas hasta dos meses después de la segunda dosis.


Trabajos publicados



Para las personas interesadas, he aquí las referencias de investigaciones científicas sobre la proteína Spike y el ARN mensajero contenidos en las vacunas contra Covid-19. Van en el siguiente orden: título original del trabajo (traducción), autores, nombre de la publicación, fecha de publicación del informe y dirección de acceso al mismo.

“The SARS-CoV-2 spike protein alters barrier function in 2D static and 3D microfluidic in-vitro models of the human blood–brain barrier” (La proteína espiga del SARS-CoV-2 altera la función de barrera en modelos in vitro de microfluidos 2D estáticos y 3D de la barrera hematoencefálica humana), Tetyana P. Buzhdygan et al., PMC PubMed Central, Neurobiol Dis. 2020 Dec; 146: 105131, DOI: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/labs/pmc/articles/PMC7547916/)

“Immune imprinting, breadth of variant recognition, and germinal center response in human SARS-CoV-2 infection and vaccination” (Impronta inmunitaria, amplitud del reconocimiento de variantes y respuesta del centro germinal en la infección y vacunación humana por SARS-CoV-2), Katharina Röltgen et al., Cell 185, 1025–1040 March 17, 2022, DOI: https://doi.org/10.1016/j.cell.2022.01.018

“SARS-CoV-2 Spike Protein Impairs Endothelial Function via Downregulation of ACE 2” (La proteína Spike del SARS-CoV-2 afecta la función endotelial a través de la desregulación de ACE 2), Yuyang Lei et al., Circulation Research, Vol. 128, N°9, 31 Mar 2021, DOI: https://doi.org/10.1161/CIRCRESAHA.121.318902

“Adverse effects of COVID-19 mRNA vaccines: the spike hypothesis” (Efectos adversos de las vacunas de ARNm COVID-19: la hipótesis de Spike), Ioannis P. Trougakos, Evangelos Terpos, Harry Alexopoulos, Efstathios Kastritis, Evangelos Andreakos, Meletios A. Dimopoulos et al., Trends in Molecular Medicine, April 20, 2022, DOI: https://doi.org/10.1016/j.molmed.2022.04.007

“Innate immune suppression by SARS-CoV-2 mRNA vaccinations: The role of G-quadruplexes, exosomes, and MicroRNAs” (Supresión inmune innata por vacunas de ARNm de SARS-CoV-2: el papel de G-quadruplexes, exosomes y MicroRNAs), Stephanie Seneff, Greg Nigh, Anthony M. Kyriakopoulos, Peter A. McCullough, Food and Chemical Toxicology, Volume 164, June 2022, 113008, DOI: https://doi.org/10.1016/j.fct.2022.113008

“Serious Adverse Events of Special Interest Following mRNA Vaccination in Randomized Trials” (Eventos adversos graves de especial interés después de la vacunación con ARNm en ensayos aleatorios), Joseph Fraiman et al., SSRN, 23 Jun 2022, https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=4125239

“Vaccine mRNA Can Be Detected in Blood at 15 Days Post-Vaccination” (El ARNm de la vacuna se puede detectar en la sangre 15 días después de la vacunación), Tudor Emanuel Fertig et al, Biomedicines 2022, 10(7), 1538, 28 June 2022, https://doi.org/10.3390/biomedicines10071538

Estos estudios proporcionan una evidencia empírica ante los frecuentes argumentos que descartan los cuestionamientos con afirmaciones tales como que el ARNm de las vacunas permanece en el lugar de la inoculación y dura solo un par de días y que la proteína Spike vacunal no perdura tampoco por varios días.

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