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18/10/2019

Quién es y qué propiedades tiene Daniel Martínez

Sus casas en Montevideo y San Francisco. El intento por tener un campo en San José. Las idas y vueltas de la vida política. Los matices con las bases programáticas del FA.

Foto: Frente Amplio. 

Daniel Carlos Martínez Villaamil (62) quiere convertirse en el primer exsindicalista en presidir el Uruguay, despegado de los liderazgos fuertes de la izquierda. En su carrera desarrolló una larga actividad privada y pública, que le permitió acumular un patrimonio de 1,5 millones de dólares, que incluye propiedades en Montevideo y en Maldonado. No tiene campo, aunque su esposa, ex consejera del Codicen, intentó comprar uno a través de Colonización. Tiene algunas propuestas que difieren de las Bases Programáticas” del Frente Amplio y hoy es el candidato con mayor intención de voto en las encuestas, aunque todavía no le alcanza.

Valentina Caredio / Sudestada / @valecaredio

Martínez en una línea



El patrimonio

“Los doce años en la actividad privada me permitieron realizar mi sueño de ingeniero, desarrollar tecnología nacional y, además, tener un buen pasar económico”, ha dicho Martínez según el libro “Daniel Martínez. La carrera del ingeniero”, escrito por el periodista Antonio Ladra. Esto le permitió junto a su esposa Laura Motta “solucionar el tema de la vivienda” para sus tres hijas.

Sudestada intentó en reiteradas ocasiones concretar una entrevista con Martínez y también acceder a su última declaración jurada de bienes, pero ambos pedidos fueron rechazados por su equipo de colaboradores.

Según información publicada por Búsqueda, el patrimonio de Martínez y su esposa alcanza el equivalente a casi 1,5 millones de dólares entre propiedades y ahorros, de los que solo el 3,5% son ahorros (50.694 dólares). El resto se divide en inmuebles y en dos vehículos, según la publicación.

Una de las viviendas en las que Martínez invirtió es la que habita actualmente con su esposa en el barrio Puerto del Buceo. Según información de la Dirección Nacional de Registros a la que accedió Sudestada, Martínez y Motta compraron en 2008 la propiedad a 200 mil dólares (el valor catastral en la actualidad es de 6.904.879 pesos uruguayos). El inmueble tiene un área edificada de 230 metros cuadrados, en un terreno de 255. 



La pareja también posee un inmueble en el Municipio de Piriápolis (balneario San Francisco), cuyo valor catastral es de 1.564.488 pesos.

En 2009 Motta se presentó y fue la mejor postora en la compraventa judicial de un inmueble en San José, que pasó a dominio del Instituto Nacional de Colonización (INC), según informó el organismo el 18 de marzo de aquel año.

El 1 de abril de 2009, el INC decidió “no autorizar la enajenación (...) a favor de la señora Laura Motta Migliaro por no reunir las condiciones para ser colona de acuerdo con los artículos núms. 59, 60 y 61 de la Ley Nº 11.029”.

Motta además integra desde 1999 “La Monona”, una persona jurídica que se creó como sociedad en comandita por acciones y que luego pasó a ser una Sociedad de Responsabilidad Limitada en 2008. Tuvo como socios a los hermanos Daniel, Silvia y Laura Motta. En ese año, esta SRL comenzó a estar administrada y representada exclusivamente por Laura. En esta empresa, una de las hijas de la pareja, Gabriela, trabajó seis años como administrativa.


En marzo de 2017, Uruguay XXI anunció el convenio de 20 empresas con Marca País, y dentro de ellas estaba una llamada “Monona Uruguay” y su actividad se definía como: “Fabricación, Representación, venta de souvenirs”.


Del sindicalismo a la política

Martínez ingresó a trabajar a Ancap siendo estudiante, a través de una beca de Bienestar Estudiantil en 1979. Fue uno de los que trabajó para crear el sindicato y fue el último funcionario público que echaron por participar en un gremio en 1983, según publicó “La Antorcha”, el órgano de prensa de la Federación Ancap (Fancap) de noviembre de aquel año.



Dos años después volvió la democracia al país y Martínez retomó su trabajo como jefe ingeniero en el ente. Se mantuvo allí durante varios años hasta que en 1991 decidió retirarse de sus actividades sindicales en Fancap y en el PIT-CNT para dedicarse a su actividad privada. “Estaba en un momento de desencanto, dejé todo (...) terminé pudriéndome y me fui a la actividad privada. Así estuve con una militancia intermitente” hasta que llegó el primer gobierno del Frente Amplio, dijo.

El sector privado lo absorbió hasta 2005, cuando Tabaré Vázquez lo llamó para ser parte de su equipo.

“Tengo mi historia, mis encantos y desencantos, pero no ser parte del primer gobierno de izquierda del país, no ser parte de algo por lo cual luché me haría sentir muy mal conmigo mismo, siento que sería un traidor si no aceptara, así que dale, meté para adelante”, dijo respecto a su retorno a la política.

Ese año, Martínez volvió a Ancap, pero esta vez como presidente. Se mantuvo en el cargo hasta que, en 2008, Vázquez reestructuró el gabinete y asumió como ministro de Industria. Su lugar como presidente de Ancap lo ocupó Raúl Sendic, quien lo había acompañado en el ente desde la vicepresidencia.

Tiempo después, Sendic y Ancap estuvieron en el ojo de la tormenta. La oposición le endilgó a Martínez parte de la responsabilidad por la gestión de la empresa y el 11 de diciembre de 2015 fue citado a declarar a la comisión investigadora parlamentaria. Allí fue interrogado sobre el plan estratégico que él implementó al asumir su cargo y dijo que en ese momento la situación era “crítica”, según La República.


Dijo que se iba “a la mierda” y terminó en el Senado



A finales de 2008 y principios de 2009, el nombre de Martínez fue manejado por el Partido Socialista (PS) como candidato a la presidencia, en una lista corta que proponían otros sectores y que también integraban el entonces ministro de Economía Danilo Astori y el senador José Mujica. Estos dos últimos fueron quienes se enfrentaron en las internas frenteamplistas y el PS terminó apoyando a Astori.

Martínez encabezó entonces la lista al Senado de su sector, resultó electo y en diciembre de 2009 la Departamental del PS lo propuso como candidato a la Intendencia de Montevideo. Estimulado por una buena imagen pública y con varias encuestas que lo señalaban como favorito de los frenteamplistas para las elecciones departamentales de 2010, el 29 de enero de ese año sufrió uno de los golpes más fuertes de su carrera política, cuando el Plenario Departamental del FA eligió a la comunista Ana Olivera como candidata única.

En ese entonces, el Partido Socialista difundió, de acuerdo a El Observador, una encuesta de Equipos Mori donde el 51% de los frenteamplistas dijo que prefería a Daniel Martínez y solo un 2% a Ana Olivera.

“Me voy a ir a la mierda. Es el momento. Soy ingeniero, me voy a ir a la mierda. Me va a sobrar laburo, vuelvo a ser un militante de base, porque al final te corren”
, dijo Daniel Martínez tras la proclamación de Olivera para la Intendencia, recordó durante una entrevista en el programa De Cerca emitido el 29 de setiembre de 2019.

Si bien pensó retirarse de la política por segunda vez, pocos días después de este episodio, Martínez asumió su banca en el Senado el 15 de febrero de 2010.

Según datos del Poder Legislativo, la asistencia de Martínez a sesiones del plenario en dicha legislatura fue del 99% (257 sesiones de 260, a dos faltó con aviso y a una sin aviso). Por otro lado, Martínez no fue citado a 54 sesiones por licencia.

En 2011 presentó, junto a otros senadores, el proyecto de ley sobre la interrupción voluntaria del embarazo que se aprobó el 22 de octubre de 2012.

Entre sus cinco años como legislador presentó 18 iniciativas parlamentarias de las cuales 10 refieren a homenajes por fallecimiento, declaraciones, denominaciones y retratos. Consultado sobre su experiencia legislativa para el libro “Daniel Martínez. La carrera del ingeniero”, el presidenciable frenteamplista aseguró que no se “sentía pleno con el trabajo parlamentario”.


El trampolín de la Intendencia


Foto: Intendencia de Montevideo. 

Tras el intento fallido de ser candidato a intendente en 2010, Martínez volvió a apostar por el cargo departamental y lo consiguió. En 2015 el Frente Amplio obtuvo en Montevideo aproximadamente el 55% de los votos. El candidato municipal Martínez derrotó así a la oposición y a su rival en la interna, Lucía Topolansky.

Uno de los aspectos más polémicos de la gestión de Martínez fue el acuerdo alcanzado con el Partido de la Concertación para votar la creación del Fondo Capital para el financiamiento de una serie de obras de infraestructura por casi 100 millones de dólares. La decisión de Edgardo Novick de apoyar ese proyecto con sus ediles generó la ruptura del novel partido que se había creado para disputar la intendencia de Montevideo al FA.

A lo largo de sus más de tres años de gestión departamental, Martínez mantuvo una tensa relación con los dirigentes del sindicato de trabajadores de la Intendencia (Adeom), que se declararon en conflicto en varias ocasiones.

En mayo de 2018 hubo un fuerte cruce entre Martínez y el gremio por la situación de los trabajadores del área de Necrópolis, y un mes después el intendente reaccionó con enojo cuando el gremio resolvió ocupar su despacho a fin de reclamar la entrega del proyecto de presupuesto que debía entregarse a la Junta Departamental.

“Es una falta de respeto institucional y democrática”, dijo Martínez al comentar la intención de Adeom de conocer el proyecto.

“Es un acto de prepotencia, es una falta de respeto a la institucionalidad. Lamentablemente el ejecutivo de Adeom toma el camino de la confrontación, no busca los puentes y no se dan cuenta del aislamiento que tienen en la ciudadanía”, indicó.

La mala relación se prolongó hasta el día previo a su renuncia para encarar la campaña hacia las internas, cuando Adeom se declaró en conflicto en reclamo por la presupuestación de 600 trabajadores del Teatro Solís, la Orquesta Filarmónica y TV Ciudad.

Martínez renunció antes de terminar su gestión para lanzar su candidatura presidencial en las internas del oficialismo. Dejó el gobierno departamental con 46% de aprobación de su gestión y un 33 de desaprobación, según una encuesta de Equipos de marzo de 2019.


Martinez presidenciable

Diez años después de que el Partido Socialista lo propusiera por primera vez como candidato, Martínez fue elegido como el aspirante presidencial en las internas que también tuvieron a Carolina Cosse, Oscar Andrade y Mario Bergara como postulantes.

Por definición del Plenario Nacional del FA, la fórmula debía conformarse cumpliendo un criterio de paridad, por lo que al resultar Cosse como la segunda colocada, podía esperarse que fuera ella la compañera.

Sin embargo, luego de varios días de cabildeo, Martínez desechó la opción de Cosse y se inclinó por Graciela Villar, una expresidenta de la Junta Departamental de Montevideo muy poco conocida fuera de la estructura partidaria. Villar había sido elegida como edila por Asamblea Uruguay en 2015 pero abandonó el grupo liderado por Danilo Astori junto al exsenador Enrique Pintado para apoyar la precandidatura de Mario Bergara.


Foto: Frente Amplio.

Las Bases Programáticas del Frente Amplio surgen de un complejo proceso de elaboración, negociación y acuerdo entre los miembros de la coalición, pero no constituyen un programa de gobierno. Plantean una serie de lineamientos comunes sobre los cuales el candidato y eventual presidente comenzará a tomar medidas desde el Poder Ejecutivo.

Así es que Martínez y sus asesores a lo largo de la campaña han puesto el énfasis en algunas medidas concretas que no reflejan exactamente lo que dicen esas Bases Programáticas. El caso más notorio es el de la política tributaria, asunto sobre el que asoman algunos matices y que ha sido objeto de cuestionamientos por parte de candidatos de otros partidos, especialmente el nacionalista Luis Lacalle Pou.

Martínez y su equipo económico reiteraron que en el próximo gobierno no será necesario, en un principio, un aumento en la carga impositiva. “Tenemos que reducir el déficit, pero no vamos a recurrir a impuestos”, dijo Christian Daude, director de Macroeconomía del Ministerio de Economía y Finanzas y uno de los principales referentes del candidato en materia económica, de acuerdo a El País.

Por otro lado, el propio candidato dijo en el almuerzo de Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM), según publicó El Observador, que no prometerá no aumentar los impuestos porque sería “atarse de manos”, pero en principio no es parte de su “estrategia”. No obstante, en las bases programáticas del Frente Amplio no se expresa lo mismo.

A fin de reducir la desigualdad social, en el documento se propone profundizar la reforma tributaria de 2007 y “continuar aumentando gradualmente la participación de los impuestos a la renta y a la riqueza respecto de los impuestos al consumo, al tiempo que se refuerza el carácter progresivo del sistema tributario en su conjunto”.

En el almuerzo de ADM, Martínez propuso recapacitar a 400 mil trabajadores en cinco años a través de la creación de un fondo de transformación productiva sostenible (2020) de 120 millones de dólares (a través de utilidades del BROU y presupuestos de agencias existentes y sin aportar nuevos recursos).

Sin embargo, en las bases programáticas del Frente Amplio no aparece tal apartado, lo que sí detalla es que “la formación profesional tendrá un rol decisivo porque se requerirán nuevas habilidades tanto para mantener el trabajo como para recapacitar a los/as trabajadores/as que deban reingresar al mercado de trabajo. En este sentido, se deben promover políticas de formación profesional, especialmente a las poblaciones con mayor vulnerabilidad, que les permitan insertarse dentro del mercado laboral en empleos de calidad”.


La familia y los cuestionamientos por los puestos laborales


Exconsejera de la ANEP, Laura Motta. Foto: otrasvoceseneducacion.org

Daniel Martínez está casado con la licenciada Laura Motta Migliaro, quien fue consejera del Codicen hasta abril del 2019, cuando decidió renunciar para hacer campaña política junto a su esposo. Pero llegó al ámbito público hace mucho tiempo, incluso antes de que Martínez volviera a la política.

“Hay gente que dice que yo la coloqué” dijo el candidato por el FA en entrevista a ECOS (febrero 2019). A propósito del tema, dijo a El Observador que “ella, que tiene una carrera en la educación que trasciende mi retorno a la política, a veces le dicen que estuvo en la educación por ser ‘esposa de’. (...) Es una forma de rebajar y de no creer que una mujer puede llegar por méritos propios”.

Motta es egresada del IPA como profesora de inglés, es licenciada en Educación de la Universidad Católica y tiene un posgrado en gestión y evaluación de centros educativos, entre otros cursos.

En 2008 fue convocada por la entonces ministra de Educación y Cultura, María Simón, para ser integrante del Consejo Directivo Central de la educación pública, puesto al que volvió en el actual gobierno de Tabaré Vázquez.

Alejandra, hija de Daniel y Laura, es licenciada en diseño industrial especializada en productos cerámicos de la Universidad ORT. El 20 de junio de 2013 ganó un concurso (primer lugar) “para conformar un Registro de Profesionales con formación en Diseño Industrial para desempeñar funciones en los diferentes Programas Educativos del Consejo de Educación Técnico-Profesional”.

Dos años después, en 2015, se iba a disponer la reubicación de la Escuela Figari de la UTU, que quedó en suspenso, y de acuerdo al sindicato de trabajadores de la UTU (Afutu), se iba a asignar a Alejandra Martínez como “coordinadora del departamento de Diseño”.

La diputada del Partido Nacional Graciela Bianchi y Afutu denunciaron dicha designación por catalogarla como “directa”. Afutu manifestó a La República que “lo que el gremio rechaza es la forma de designación, porque se entiende por parte del sindicato que rompe con las formas adecuadas de nombramiento que es a través de concurso o de llamado abierto”.

De acuerdo a El País, el presidente del Codicen, Wilson Netto, afirmó que Alejandra Martínez Motta “obtuvo el primer lugar en un llamado público, por lo que negó que haya sido designada en el cargo en forma directa. ‘Ella ha presentado un proyecto de trabajo, está a cargo del proyecto de diseño y hubo un llamado en el que obtuvo el primer lugar’”.

Gabriela Martínez Motta, por su parte, es licenciada en Ciencias Biológicas de la Universidad de la República y en enero de 2019 comenzó un master en la Universidad de Winsconsin-Madison, en Estados Unidos. En su perfil de Linkedin figura como “Asistente de Investigación” de esa Universidad del norte estadounidense.

Su hermana Andrea es licenciada en psicomotricidad de la Universidad Católica y realizó dos posgrados sobre neurociencia (Instituto Universitario Hospital Italiano, Argentina) y sobre insumos teóricos y prácticos para el abordaje de la temática drogas (Flacso, México).

Archivos asociados al artículo
Bases Programáticas del Frente Amplio (20-2025)
Cédula catastral de la casa de Daniel Martínez en Montevideo
Cédula catastral de la casa de Daniel Martínez en San Francisco
Partida de nacimiento de Daniel Martínez.
Acta del INC recibiendo la oferta de Laura Motta.
Acta del INC rechazando la oferta de Laura Motta.
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