“Se mostraron totalmente arrepentidos de haber recibido las cocas, los panchos, pero lamentablemente lo pensaron tarde. Los hechos delictivos que se registraban en la Ámsterdam eran graves y ellos recibieron los productos saqueados, y hasta se sacaron fotos con las latas y botellas robadas para compartir en redes sociales. Deben ir a prisión”, dijo el fiscal Juan Gómez a Sudestada.

El juez penal Gustavo Iribarren accedió al pedido del Ministerio Público y envió a la cárcel a los siete jóvenes cuyas edades van de los 18 a los 27 años.

Aquí los párrafos sustanciales del fallo:

Los indagados, que estaban “ubicados en diversos sectores de la misma tribuna” en que se realizaban los robos, y que por tal razón “sabían de los hechos de violencia allí cumplidos, recibieron fundas de latas de refresco y botellas de agua recién sustraídas; receptación que en todos los casos se cumplió con pleno conocimiento de que tales efectos eran producto del ‘saqueo’ que venía de realizarse en los locales de comida”.

“Juzga este tribunal que los delitos relacionados en la presente resolución se enmarcan en una situación general de vandalismo que llevó a que la celebración de un partido clásico –cuya trascendencia deportiva es motivo de recreación pública– derivara en la comisión de múltiples actos con apariencia delictiva y de diversa naturaleza, reatos cumplidos por un gran número de espectadores y que impidieron que el partido de fútbol pudiera disputarse”.

“Por todo ello, el cabal conocimiento de parte de los indagados sobre la intensidad de la violencia con que se ejecutaron los delitos precedentes (denunciados como rapiñas) permite concluir que la receptación de los efectos de aquellos reatos y la exhibición de los mismos en la tribuna constituye una conducta que contribuye a forjar la nota de gravedad que posee el conjunto de eventos verificados en la tribuna Ámsterdam”.

“Y es en virtud de esa gravedad – que se tradujo de inmediato en alarma y repudio social– que los enjuiciamientos serán decretados con prisión preventiva”.



La sede, a cargo del juez Gustavo Iribarren, estimó los saqueos en 400 latas de refrescos, 400 botellas de agua, un millar de hamburguesas y panchos y varias garrafas de gas; una de estas arrojada por un hombre desde la tribuna hacia afuera, la que hirió a un policía que estaba en una de las puertas de ingreso a la tribuna Amsterdam.

El auto de procesamiento