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26/04/2022

Mediación puso fin a histórico conflicto en UPM en Finlandia

UPM y el sindicato papelero de Finlandia concluyeron 112 días de una huelga sin precedentes en el país con una fórmula de mediación que dejó algo insatisfechas a ambas partes
Víctor L. Bacchetta

La última propuesta del Mediador Nacional, el jueves pasado, consistió en que UPM y el Sindicato de Trabajadores Papeleros (Paperiliitto) firmaran convenios separados para cinco sectores industriales diferentes, manteniendo las mismas condiciones salariales en cada uno e introduciendo cambios significativos en las relaciones de trabajo vigentes, aunque no en la amplitud pretendida por la multinacional.

La negociación colectiva en Finlandia tiene tres componentes: las organizaciones del mercado laboral (asociaciones de trabajadores y empresas), el Sistema de Mediación Nacional y la Justicia Laboral. El sistema de conciliación es obligatorio en el país, pero la resolución de los conflictos laborales no es obligatoria. En un diferendo laboral, las partes no están obligadas a aceptar la propuesta del Mediador Nacional.

El mediador Leo Suomaa intervino desde fines del año pasado, cuando UPM planteó que no firmaría un nuevo convenio colectivo con Paperiliitto en diez de las plantas de la empresa, pero sus propuestas no pudieron impedir la prolongación de la huelga iniciada el 1° de enero. "Hice una propuesta con la que ambas partes quedaron un poco insatisfechas", dijo Suomaa el viernes último al anunciar el acuerdo.

De acuerdo con algunos analistas locales, esta huelga sin precedentes en la industria maderera finlandesa, al menos en los últimos 70 años, constituyó una dura pulseada entre dos grandes fuerzas sociales y políticas. De un lado, Paperiliitto y los sindicatos finlandeses y, del otro lado, la postura antisindical del a dirección de UPM, que sería parte a su vez de una confrontación ideológica más amplia en aquel país.

Los mismos analistas estiman que las pérdidas de UPM por el conflicto serían de dos a tres millones de euros por día, mientras que las pérdidas de los trabajadores fueron de 200 mil euros diarios también. Si, como dijo el mediador, el acuerdo significa que ninguna de las partes fue derrotada pero tampoco resultó plenamente victoriosa, todo indica que ambas estaban en el límite de sus posibilidades de resistencia.

Para el sindicato, la victoria principal es que mantuvo la unidad y fue reconocido en la firma del acuerdo en representación de todos los trabajadores de la empresa. UPM trató de destruir al sindicato, quebrando la huelga y negociando por separado los acuerdos sectoriales, pero fracasó. "El sindicato defendió el derecho a negociar en una huelga organizada", declaró Petri Vanhala, presidente de Paperiliitto.

Ciento doce días de huelga es demasiado y las negociaciones fueron un mal ejemplo de negociación empresarial, comentó el dirigente. "Esperemos que nadie se vea envuelto en este tipo de acciones industriales y que las empresas respeten un poco más a sus trabajadores", concluyó Vanhala. Agradeció la solidaridad y la ayuda económica de la confederación de sindicatos de la industria finlandesa.


Petri Vanhala, presidente de Paperiliitto


Por su parte, UPM resaltó los cinco nuevos convenios sectoriales y minimizó el hecho de que tuvo que firmarlos con Paperiliitto. "UPM y el sindicato han hecho historia juntos al acordar cinco convenios colectivos de trabajo específicos de la empresa, que reemplazan el antiguo convenio de la industria papelera que data de la década de 1940", expresó el comunicado oficial de la multinacional al respecto.

Las nuevas reglas de UPM

Los nuevos convenios firmados entre UPM y Paperiliitto tendrán una vigencia de cuatro años, subdivididos en dos años para la negociación de un ajuste salarial. Aunque tuvo que reducir el alcance de sus propuestas, UPM introdujo cambios sustanciales. "Al final, pudimos acordar unas condiciones laborales que tienen en cuenta las necesidades y particularidades de nuestros negocios", afirmó.

Los conceptos de "flexibilidad" y "competitividad" mencionados por el gerente general de UPM, Jussi Pesonen, para explicar la estrategia de la empresa en el conflicto a la Asamblea Anual de Accionistas, se ven reflejados en cambios en el cálculo y el pago de los salarios, en las horas y arreglo de los turnos de trabajo, así como en el uso de incentivos de remuneración por capacidad y rendimiento individuales.

"Los nuevos términos mejoran la productividad y la competitividad de las empresas y las plantas, y también garantizan buenos términos para los empleados”, dijo Jyrki Hollmén, vicepresidente de Mercados Laborales de UPM.

He aquí los cambios más significativos enumerados por el comunicado oficial de la empresa:

- Todos los acuerdos establecen la sustitución del pago periódico de los salarios por el pago por horas. Los salarios por hora se pagan por trabajo realizado.

- Los nuevos convenios permiten tener en cuenta la competencia y el desempeño individual de cada trabajador en la formulación de los salarios.

- Se eliminaron las restricciones del convenio colectivo anterior sobre el uso de empleados con contratos de duración determinada.

- En el futuro, la formulación de los salarios apoyará el aprendizaje y la competencia de cada trabajador y el desarrollo de prácticas en el lugar de trabajo.

- Las plantas de celulosa pasan a un funcionamiento ininterrumpido de 365 días y un uso más flexible de la mano de obra durante las paradas de mantenimiento.

- El papel gráfico, se aumenta el horario y habrá un uso flexible del tiempo. Habrá media hora más de trabajo por semana y entre 24 y 32 horas más por año.

- En papeles especiales se amplía el alcance de la negociación local a nivel de planta para mejorar la rentabilidad operativa durante los días festivos. La formulación de la remuneración recompensa el buen desempeño mejor que antes.

- En UPM Biocombustibles se acordó que la refinería se mantenga en estado listo para la producción, evitando la reducción total, incluso bajo paros laborales.

Para el sindicato, las reducciones sustanciales de los derechos de los trabajadores exigidas por UPM, como el aumento de la jornada laboral sin compensación, no se materializó. En papeles gráficos, la empresa pretendía aumentar de 100 a 150 horas sin aumento de sueldo. De todas maneras, se acordaron cambios sustanciales cuyo desempeño solo se podrá evaluar en el transcurso de los próximos años.


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