Tiempo estimado de lectura:
21/04/2019

Buscan prohibir utilización de agrotóxicos en la producción apícola

 Los diputados Eduardo Rubio (Unidad Popular) y Darío Pérez (FA) presentaron proyecto de ley para evitar el uso de sustancias cuyo efecto es “letal” para las abejas

Casi un tercio de las muertes de abejas que se registran por año en Uruguay se  deben al uso de agroquímicos -como fertilizantes, herbicidas y pesticidas- a la presencia de hongos y al monocultivo, según un informe del Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable. En especial el uso agrícola de los plaguicidas neonicotinoides, de los clorpirifos y del friponil.

En lo que tiene que ver con la producción esta situación se refleja en la gran disminución de productores, que pasaron de 4 mil a 3 mil en los últimos años, según datos de la Sociedad Apícola del Uruguay.

Si cada colmena podía llegar a tener entre 50 mil y 80 mil abejas, en la actualidad algunas no llegan a los 20 mil ejemplares, de acuerdo con los datos que manejaron los diputados Eduardo Rubio (Unidad Popular) y Darío Pérez (Frente Amplio) al presentar un proyecto de ley de Protección de la Industria Apícola.

Esta iniciativa apunta a poner en marcha en Uruguay lo que ya se ha hecho en países como Francia: prohibir el uso de agrotóxicos que tienen un efecto “letal” para las abejas.

“Este proyecto nace de una preocupación profunda que sentimos, en relación al avance de un deterioro de los recursos naturales y del ambiente. Una depredación fruto de la aplicación de un modelo económico al servicio de las multinacionales del agronegocio, que tiene obviamente como único objetivo obtener el mayor lucro posible en el menor tiempo posible en su rubro, sin tener en cuenta las consecuencias que eso tiene para nosotros, para nuestro país, para sus habitantes y para su biodiversidad”, explicó el diputado Rubio.

El diputado de Unidad Popular señaló que desde hace tiempo “venimos encontrándonos con apicultores que nos hablan del drama que se está viviendo por la mortandad de abejas, por la reducción del número de colmenas, por la baja también de la rentabilidad de este trabajo que ellos realizan, que hay disminución del número de apicultores”.

Rubio manifestó que “no se trata solamente de la miel, sino que la abeja como elemento polinizador cumple un rol fundamental en el mantenimiento de la biodiversidad, las floraciones y todo lo que tiene que ver con la vida”.

Por su parte, el diputado Pérez se declaró un “apasionado” del mundo de las abejas. “El mundo, créanlo porque realmente es así, tal como lo conocemos no es posible si no existen las abejas, sería un desierto. Y nosotros tenemos la obligación de tratar de protegerlas. Es un bichito absolutamente maravilloso y un sensor biológico muy sensible, y si ellos están afectados -las abejas están afectadas- es porque el mundo está realmente corriendo por el filo del cuchillo”.

“Este rinconcito quizá olvidado del mundo, Uruguay, está padeciendo particularmente a través de la forestación y del complejo agrosojero cambios muy rápidos, a lo que hay que sumarle también una ley de Riego que espero no fructifique, porque también tiene que ver con el cuidado del ambiente”
, dijo el diputado frenteamplista.

Uno de los integrantes de la Sociedad Apícola del Uruguay, Néstor Causa, dijo que espera que este proyecto de ley genere repercusiones en varios planos porque “el medio ambiente no debe tener color político: el medio ambiente es de todos”.

Causa puso un ejemplo al revés y se preguntó qué pasaría si por algún tratamiento que un productor apícola hiciera en sus colmenas, un productor ganadero o granjero perdiera un 30 o 35% de su producción. “Además, nuestra producción no la podemos vender porque está contaminada. O sea, si nosotros le contamináramos la soja y no se pudiera vender, ¿cuál sería la reacción de esos productores?”, dijo el directivo de la Sociedad Apícola.
 

Aliados de Sudestada