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02/08/2018

Lava Jato: el abogado uruguayo en la mira de la Justicia de Brasil

La Justicia de Brasil investiga el rol que jugó el abogado uruguayo Oscar Algorta en la red de lavado que operó desde Montevideo durante 15 años al mando del brasileño Darío Messer.

Página 5 del acta de constitución de la empresa panameña Sabra Holings, del doleiro Vinicius Claret Vieira Barreto y los Algorta.

Para avanzar en esa línea de investigación es fundamental el testimonio que pueden aportar los cuatro cambistas detenidos en Uruguay, dos brasileños y dos uruguayos, que comparecerán este jueves 2 ante la jueza María Helena Mainard en la primera audiencia del juicio de extradición requerida por Brasil.

Según documentación que obtuvo Sudestada los testimonios de los cambistas Vinicius Claret Vieira Barreto (alias “Juca Bala”) y Fernando Claudio Barboza (alias “Tony”), extraditados desde Uruguay luego de permanecer en la cárcel durante nueve meses, permitieron a los investigadores reconstruir la compleja trama y establecer quiénes fueron los participantes de la banda y sus cómplices.

A principios de mayo una operación conjunta de las policías de Brasil y Uruguay permitió detener a 34 personas que formaban parte de una red de cambistas con base en Montevideo pero que financiaban negocios en San Pablo y Río de Janeiro.

La operación “Cambio. Desligo” (Cambio y fuera) permitió detener a cuatro personas que formaban parte de la red desde la capital uruguaya. Los uruguayos con ciudadanía brasileña Francisco Muñoz Melgar de 36 años, quien vivió en Brasil y regresó a Uruguay en 1998, y Raúl Alberto Zóboli Pegazzano de 53 años, quien volvió al país en el 2003.

También detuvieron a los brasileños Jorge Davies Cellini de 59 años, nacido en Río de Janeiro y residente en Uruguay desde 2003, y su hermano Raúl Fernando Davies Cellini, de 48 años, nacido en Río de Janeiro y residente en Uruguay desde 2012.

Todas estas personas formaban parte del esquema que había montado el líder de la organización criminal, el brasileño Darío Messer, a quien se le acusa de ser el principal responsable del lavado de 1.652 millones de dólares a través del más de tres mil empresas offshore en 52 países.

Messer huyó de Brasil en 2003, debido a su vinculación con varios escándalos de corrupción, y se alojó en Paraguay, donde fue cobijado por el actual presidente Horacio Cartes, quien por ese entonces ya era un famoso y cuestionado empresario tabacalero.

El enviado de Messer a Uruguay con el fin de montar el sistema de comunicación fue el brasileño Enrico Vieira Machado, quien instaló una central telefónica, programas informáticos para comunicaciones encriptadas y aplicaciones de celulares para enviar mensajes que se borraban automáticamente.

Messer y Machado eran socios, además, en la propiedad del Banco Evergreen (EVG) en Antigua y Barbuda, donde licuaban los recursos que lavaban a través de la red que habían montado en Montevideo. Entre los clientes de ese banco se encontraban los hermanos Renato y Marcelo Chebar (los “doleiros” del exgobernador de Rio de Janeiro Sergio Cabral), Benjamin Katz (uno de los doleiros usados por el expresidente de la cámara de diputados de Brasil Eduardo Cunha), y los colaboradores “Juca Bala” y “Tony”.

En 2012 la amistad y la sociedad criminal entre Messer y Machado se rompió (lo cual generó incluso un juicio entre ambos en Uruguay) por lo que Juca Bala y Tony adoptaron un rol preponderante en la red de lavado de activos. A partir de allí, Messer se quedó con el 60 por ciento de las ganancias, los dos doleiros se quedaban con el 18 por ciento cada uno mientras que el 4 por ciento restante estaba destinado a financiar las operaciones ilegales.

Según los cálculos de los investigadores brasileños, sólo entre 2010 y 2016 Messer obtuvo más de 30 millones de dólares de ganancias por su asistencia para el lavado de dinero en la red que había montado en Uruguay.

El organizador uruguayo

Según el testimonio de Enrico Vieira Machado ante la Justicia brasileña, mediante un acuerdo de colaboración eficiente, Messer decidió montar su estructura en Uruguay debido a que ofrecía la posibilidad de continuar con sus actividades criminales de forma “segura”.

“Uruguay fue elegido en razón de la legislación vigente y de las facilidades en la comunicación”, explicó Vieira Machado. Y profundizó: “En Uruguay había un abogado de nombre Oscar Algorta organizó la implementación de las actividades en el país”.


                                          Abogado Oscar Algorta. 

Las visitas de Messer a Uruguay y sus encuentros con Algorta para organizar la red de lavado fueron confirmada por los fiscales brasileños gracias a la intervención de sus comunicaciones telefónicas y electrónicas, según consta en el documento probatorio al que accedió Sudestada.

Allí por ejemplo aparecen las comunicaciones personales entre Messer y Algorta, y también entre sus respectivas secretarias, Carolina Sérvulo y María Esther Campa (quien es utilizada por su jefe en varias sociedades fantasma como testaferro).

Por ejemplo, el 20 de noviembre de 2012 desde la dirección messer.dario@gmail.com el líder de la red de lavado escribió a Algorta a su correo personal algorta@estudioalgorta.com.uy un mensaje para coordinar su visita a Rio de Janeiro. “Dr. Algorta, está confirmado para este domingo la reunión en mi casa. Mañana le envío los datos del apartamento donde se a va quedar. Darío”, decía el correo enviado a las 14.30 horas.

Nueve minutos después fue la secretaria María Esther Campa la encargada de responder: “Estimado Sr. Messer. Muchas gracias por su mail. Aguardamos entonces los datos del apto. Cordiales saludos”.

Ante esa respuesta Messer le pidió a su secretaria que le enviara los datos del apartamento, que estaba ubicado en la calle Praca Atahualpa 60 Apto 408, en el aristocrático barrio carioca de Leblon.

Para los fiscales brasileños, queda claro que estas comunicaciones confirman que “Algorta es el abogado uruguayo de Messer” y que lo visitaría en Brasil en aquella ocasión.

Según consigna el documento del Ministerio Público Federal de Brasil en el documento fechado el 6 de junio de 2018, las visitas de Messer a Montevideo y el contacto con Algorta se hicieron más esporádicos cuando la operación Lava Jato inició su fase más activa, tras la caída del doleiro Alberto Yousseff, ocurrida el 17 de marzo de 2014.

Como ya publicó Sudestada, hay otros indicios que demuestran la participación de Algorta en la organización de las activdades de la red de lavado. Algorta aparece en las investigaciones de la Operación Calicute, una de las derivaciones de la inicial operación Lava Jato en Rio de Janeiro.

Allí, los investigadores descubrieron que la secretaria del abogado, María Esther Campa, figuraba como titular de una cuenta en el banco Pictet & Cie, con sede en Ginebra, donde Cabral tenía escondido unos 100 millones de dólares.



Algorta también es acusado de haber colaborado con el ex director del área Internacional de Petrobras Néstor Cerveró, a quien le facilitó la gestión de la empresa Jolmey SA.

El testimonio de los “doleiros” detenidos en Uruguay que enfrentarán este jueves su primera audiencia por el juicio de extradición a Brasil puede resultar fundamental para esclarecer el papel que jugó el abogado Algorta en la “organización” del esquema oriental. Mientras tanto, el principal cerebro de la red, Darío Messer, continúa prófugo de la justicia brasileña.


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