Delgado asoció el tema del ingreso de Szyferman a un asunto de farándula y evitó profundizar en las razones del decreto.

El secretario de la Presidencia Álvaro Delgado atribuyó este martes 25 a “una coincidencia” la presencia del cirujano argentino Bruno Szyferman en la misma clínica y en el mismo momento en que se producía la segunda operación de implante capilar del presidente Luis Lacalle Pou.

En un intento de quitarle trascendencia al asunto, Delgado utilizó el término “farandulizar” para atribuirle intenciones a la investigación que reveló que Szyferman ingresó al menos dos veces a Uruguay durante la pandemia (una en 2020 y otra en 2021). Sus entradas se produjeron cuando la frontera estaba cerrada y sólo se autorizaba el paso fronterizo por “razones de necesidad impostergable y de carácter urgente”. En la segunda ocasión se aprobó un decreto especial para permitir que el médico ingresara al país.

Según el funcionario de gobierno, la presencia del cirujano se debió a la firma de documentación para “comprar una franquicia, como otros vinieron a comprar un hotel”, cuando en realidad la versión que dio la directora de Capilea Uruguay, Gabriela Novello, lo contradice. Según dijo la médica uruguaya, la visita de Szyferman se produjo por la necesidad de realizar los trámites que le permitieran abrir la clínica en Uruguay a Novello y sus socios de aquel momento, Laura Perdigón y Pablo Balduvino.

Lo cierto es que el 18 de mayo de 2020 Capilea Uruguay ya había anunciado su apertura, es decir que la franquicia comenzó a operar un año antes de la contradictoria firma mencionada por Delgado y Novello.



Esto coincidió, además, con la primera visita de Szyferman al país. De hecho, el médico realizó otro posteo en sus redes sociales el 1° de junio de ese año, en el que anuncia la apertura de la sede uruguaya de su clínica y dice estar haciéndolo desde Montevideo. 




“Una violación de la norma”

En su comparecencia de este martes, Delgado no explicó cuáles eran las “razones de necesidad impostergable y de carácter urgente” que motivaron al gobierno a darle la autorización al médico en el decreto del 21 de junio de 2021, sobre todo teniendo en cuenta que la clínica funcionaba plenamente desde mayo de 2020. 

“No tiene nada que ver con la intervención que se hizo el presidente. Coinciden con la clínica. Ahora, que coincidan con la clínica me parece que es muy rebuscado querer pegarle al presidente de la República”, declaró Delgado.

Pese a estas declaraciones, el 27 de junio de 2021, coincidiendo con la segunda intervención al Presidente, el cirujano capilar Szyferman había confirmado en su Instagram que compartió el quirófano con los otros integrantes de la clínica.

Sudestada publicó este 22 de octubre, citando fuentes cercanas a la clínica, que el médico le había ofrecido al Presidente la intervención con sus socios uruguayos, pero que éste le pidió que fuera él personalmente quien lo tratara.

La forma en que el Poder Ejecutivo manejó de manera discrecional el ingreso de no residentes al país durante la pandemia está en cuestión desde que trascendió la autorización -también firmada por Delgado- para la entrada al país de los ciudadanos rusos Andrey Valerievich Kashtanov y Olesia Sergeevna Dzhumelia, dos supuestos cómplices del ex jefe de la guardia presidencial Alejandro Astesiano en la red que falsificaba pasaportes uruguayos.

Sobre este punto, el expresidente de la Junta de Ética Pública (Jutep), Ricardo Gil Iribarne, dijo a MVD Noticias que en las resoluciones presidenciales que autorizaron el ingreso del médico Szyferman, y también en la de los dos ciudadanos rusos, no se hizo público cuáles fueron los motivos del permiso.“Se indica que cuadra en las excepciones previstas en la ley pero no se indica concretamente por qué”, recordó.

“Hay una violación de la norma al no explicar los motivos de la autorización”, apuntó Gil Iribarne, en referencia al Código de Ética de la Función Pública. “En un momento en el que deberíamos hacer el máximo esfuerzo por fortalecer la confianza de los ciudadanos en el sistema, en los políticos, en las autoridades nacionales, pasan estas cosas que seguramente debilitan la confianza del ciudadano común”, reflexionó el especialista.