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19/01/2015

La esquina sur del jazz

En la segunda semana de enero en el aire de Mercedes se escucha música, que sale de las ventanas, que retumba en las esquinas, que surge mágicamente desde la rambla a la orilla del Río Negro.
Es que la polirritmia y el contrapunto se metieron en el ADN de los habitantes de esta ciudad del interior de Uruguay que el año pasado fue declarada por la Unesco como “Capital Nacional del Jazz” y que durante nueve días se convierte en una urbe cosmopolita.

Diez años atrás esto no estaba en los sueños de un grupo de músicos preocupados por el alejamiento de los niños de la participación activa en la música y los efectos negativos que esto tenía en su desarrollo intelectual. Pero sus sueños dieron origen a una escuela gratuita donde se enseña tanto música como valores sociales que vencieron la apatía. Y que hoy dan el puntapié necesario para que en breve la Universidad Tecnológica del Uruguay establezca allí un centro de nivel terciario de educación musical.

Desde el inicio la actividad de la escuela de Jazz a la Calle celebra cada año su accionar con un encuentro internacional que reune cada vez a más músicos reconocidos a nivel mundial que llegan desde toda America y distintos países de Europa deseosos de improvisar en las esquinas al atardecer, de tocar a la noche en el gran escenario principal de la Manzana 20 y de compartir su conocimiento en clínicas a la mañana.

Todos saben que no cobraran por venir, que no se les darán premios y que muchos deberán dormir en colchones tirados en el living de algún vecino. Es que las actividades son gratuitas y no hay recursos. Y no les importa, vienen una, dos, nueve veces y planean seguir haciéndolo porque aseguran que el alma de Jazz a la Calle no la encuentran en otra parte.

Texto y fotos: Lourdes Vitabar / Sudestada / @louvitabar
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